17. Amigos...

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Mar Gallego

El tiempo se ha vuelto muy lento desde que supimos la verdad, el caos toca constantemente las puertas de nuestras vidas. Mi Mamá y mis hermanas hablamos acerca de lo que estaba pasando con la familia que vivía al lado nuestro, con la que ya habíamos acogido cariño, y odio a la vez.

Luego de cientos de charlas que comenzaban con tranquilidad y terminaban con gritos y llanto, llegamos a la conclusión de que ya no podíamos seguir huyendo del pasado, que era una mala jugada del destino y era hora de ser maduras y afrontar la verdad. Papá ya no está y no volverá, y que la familia Mendoza, no se podrán evitar para siempre.

Asi que, madre los invito a cenar para poder hablar las cosas y que nada quedara extraño entre las familias, lo cual me resulto algo estúpido ya que solo Summer y Orión son los que están en una relación, y por lo que vi y escuche Hércules y Sky ya no son pareja, bueno, no se si alguna vez lo fueron. León y yo pues nunca fuimos nada, y no paso nada más que unos simples besos.

La hora de la cena llego y estamos esperando a los Mendoza para cenar en el jardín, las chicas y yo le estamos ayudando a mamá a terminar de preparar la mesa, cuando suena el timbre de la casa.

—Ya llegaron —Sky se congela en su sitio.

—Aún creo que esta cena es una estupidez.

—Mar, ya hablamos de esto, asi que ve a abrir la puerta —Mama termina de dar los últimos toques a la mesa, y yo me encamino a abrir la puerta.

Llego a la puerta y tomo la manija, tardo unos segundos en tomar el valor suficiente para poder abrir y que lagrimas no rueden por mis ojos, sin más abro la puerta y me encuentro con cuatro hombres en la puerta de mi casa.

—Buenas noches Mar —Enrique me dedica una sonrisa de boca cerrada.

—Buenas noches, Por favor pasen, mi madre los espera en el patio trasero. —Los caballeros pasan y no solo nosotras estamos demacradas, porque ellos igual lo están.

Hércules, un tipo que siempre camina bien arreglado, carga unas grandes ojeras bajo sus ojos, su cabello va demasiado revuelto. León un chico que siempre va con la cabeza en alto, ha pasado de largo evitando el contacto conmigo. Orión era el que se veía, más como una persona decente.

—Hola —Orión me regala una sonrisa. —¿Dónde está Summer?

—Hola, Creo que está en la cocina, pasa. —Orión y Summer han hablado mucho, su lugar "Especial" es el patio trasero de la casa, han pasado la mayor parte del tiempo ahí.

Aunque ellos dos se hayan conocido hace poco, fue como si apenas cruzar miradas cupido hubiese lanzado una flecha de amor instantáneo.

Summer y Orión se quedaron charlando en la cocina, yo subo a mi habitación en busca de mi teléfono, entro a mi recamara, y busco mi teléfono que está en la mesita de noche a la par de mi cama.

—¿Mar? —Una voz me sorprende haciendo que me voltee de inmediato, León, él está en mi habitación. —¿Podemos hablar? —No tengo palabras, ni sé que sentimientos tengo en este momento, así que solo asiento.

—¿De qué quieres hablar?

—Quisiera pedirte una disculpa, por todo lo pasado, mi actitud fue inmadura, y quiero que sepas, que lo de nuestros padres, el día que ocurrió todo, mi familia no tenía idea de quien era tu padre, y entiendo que ustedes no sabían quién era la mujer que estaba con él mientras murió.

—Entiendo, y está bien, todo fue una gran confusión y lo que más dolió, se podría decir, fue enterarnos así, bueno ni nuestros padres sabían —Dejo salir una sonrisa fingida para matar el intenso ambiente incomodo que se siente.

—Claro, oye una cosa, más.

—Sí, dime.

—Quiero que nos llevemos bien y nos conozcamos mejor, seremos vecinos, compañeros de clase, y por lo visto tenemos las mismas amistades, nuestros hermanos son novios, así que es ridículo que nos llevemos mal.

—Opino lo mismo, por mí, bien, no te preocupes —Tal vez que esto de conocernos mejor, sea tal vez el inicio de algo que tal vez podría ser una gran historia de amor, no se solo, seria lindo ¿No?

—Me alegra mucho, igual Nora y yo ya formalizamos las cosas, y ahora es mi novia, y tú por lo visto creo que arreglaras las cosas con tu ex novio o novio, no estoy seguro, pero me alegra que seamos amigos.

¿Amigos...?

—Eh... Si, claro, amigos.

No llores, no llores, no, llores, ahorita no.

—Bien, te veo abajo. —León sale de mi habitación y corro a cerrar la puerta de esta, me apoyo en la puerta y me dejo caer en el piso de mi habitación, ahí en ese cuarto que en poco tiempo ha sido testigo de ya innumerables noches de llanto.

Mis ilusiones, me llevaron a lo más alto del cielo, creí que quería empezar algo conmigo, pero, por lo visto, ya tiene algo con alguien, con Nora.

Las lágrimas han cesado un poco cuando recibo una llamada de Henry.

📲En la llamada📲

—¿Hola?

—¿Mar? ¿Estas bien? —La voz preocupada de Henry se escucha al otro lado de la línea.

—Henry no me encuentro bien, muchas cosas están pasando, y no sé qué hacer, solo quiero irme y perderme tal vez así tendría un poco de tranquilidad y paz mental.

—Te enteraste de la relación de Nora y León —Lo dice más como afirmación —Acabo de ver el perfil de Instagram de Nora.

—Henry, me gusta León, lo cual no es extraño, pues solo míralo es una obra maestra andante y él y su familia están en mi casa ahora para cenar, y yo estoy en mi habitación llorando, con mis ojos hinchados, mi nariz roja como Rodolfo, mi cabello hecho un desastre, con las peores fachas del mundo los recibí —Las lágrimas acuden a mis ojos de nuevo, rodando frenéticamente, por mis mejillas. —Soy...soy una estúpida, por pensar que un tipo como el, podría estar con alguien como yo.

—¿Como tú? pero tú te has visto, eres una pinche diosa, eres preciosa.

—¡No! soy horrible.

—Oye, no, no, no, no, no te pongas así. —Henry corta la llamada y pasa a una videollamada, contesto. —Venga ya, levanta te, que ningunos de esos hijos de puta están llorando en el piso de sus alcobas, así que venga, vamos al baño, y lava te esa cara, ponte un poco de makeup, viste te perrísima, y baja, demuestra le, al imbécil, que solo porque este bueno, no quiere decir que puede ir rompiendo corazones. —Henry me anima a levantar me y le tomó la palabra, no merezco estar llorando por él. Al final ni éramos nada.

Henry me anima a poner un poco de música, y lo primero que se me viene a la cabeza son las canciones de One dirección - what makes you beatiful. Pongo la canción y Henry me ayuda a alistarme, cantando a todo pulmón con One dirección.

En el proceso me reí mucho, pero logré ser una persona más decente en pocos minutos. Henry se ha vuelto un gran amigo, él es de esas personas que llegan de la nada a tu vida, le dan esa chispa de color que le hacía falta a tu día, Henry es uno de esos.

Mar ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora