38.Fresas

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Mar Gállego

¡Solo quiero que vuelvas!

¡Entiende que ellas no me quieren ahí!

¡Ellas son tu familia! Claro que te quieren.

No, no es cierto no te quieren, ni León te quiere, él solo me quiere solo a mí, Nora abraza a León y lo besa, uniendo sus labios en un beso intenso.

Abro los ojos del golpe dando un brinco de la cama cayendo al suelo.

—Era solo un sueño. —digo en un susurro poniendo una mano en mi pecho, reviso la hora en mi móvil, son las 5am, dejo salir un susurró, regresando a la cama, intentando volver a dormirme, cosa que logro sin éxito, me pongo ropa deportiva y salgo de la habitación, encontrándome a un gran hombre musculoso en la puerta.

—Si quieres ve a descansar ya estoy despierta. —le digo a lo que asiente.

Salgo de la polvera, colocando mis auriculares, escuchando a Wos, corro lo más posible, hundiéndome en la letra de las canciones, unas lagrimas corren por mis mejillas haciendo que me detenga por aire.

Me apoyo en mis rodillas llorando, mi respiración un desastre, inhalo y exhalo aire, repetitivamente hasta que mi cuerpo se logra estabilizar, levanto la vita a mi alrededor, y logro percibir una local adelante. Me acerco curioseando, de que lo que al parecer es la entrada hay una corina roja, no se puede ver nada hacia adentro, los vidrios están en total oscuridad, un letrero me indica el nombre del lugar: J con C

Sonrió ante el nombre peculiar, señalando la entrada un cartel, informando que está abierto las 24 horas, estoy dispuesta, a entrar, cuando la alarma de mi móvil suena. Las seis de la mañana ya, si no quiero llegar tarde es mejor irme ahora.

Después investigar que secretos ocultos hay en J con C.

Regreso a la polvera enterando a mi habitación, arreglo mi uniforme sobre la cama, me desvisto entrando al baño dándome una ducha. Saliendo a los pocos minutos comienzo a alistarme para ir al instituto, como todo un día normal.

Estoy cepillando mi cabello cuando llaman a la puerta.

—Un minuto. —arreglo mi falda y me encamino a abrir la puerta, de nuevo es JC. —¡Buenos días, pasa! —me hago a un lado para que entre.

—Creí que estarías dormida aún.

—Me desperté temprano, dime ¿En qué puedo ayudarte?

—Venía a decirte si querías ir a desayunar antes de ir al instituto.

—Eso me encantaría, muero de hambre. —Juan Carlos me da una sonrisa y sale de la habitación, tomo mi mochila y lo sigo.

—¿Iremos a tu cafetería? —él deja salir una risa.

—Creo que ya me estoy acostumbrando a tus preguntas. —le doy una sonrisa y salimos de la polvera para entrar al coche. —Por cierto, Gállego, él es Rick el será tu chofer. —JC señala al conductor del coche que es un señor de mediana edad.

—Buenos días señorita. —Yo le sigo el saludo, y Rick pone en marcha el coche hasta llegar a la cafetería de JC, entramos a esta y nos sentamos en una mesa.

—¿Qué quieres desayunar? —me pregunta viéndome fijamente.

—Unos panqueques estarían bien. —me encojo de hombros.

JC llama a uno de los meseros, que llega enseguida.

—Buenos días Señor ¿Qué le ofrezco? —dice el chico apenas llegar.

Mar ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora