36.Perdón

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Mar Gallego

No y no, esto no me puede estar pasando a mí.

Cuando la profesora de literatura se retiró y puso la hoja con las parejas afuera del salón mi mente y alma rogaban que no me tocara con León, no quería saber nada el, después de que me llamo puta.

Me levanto de mi asiento, no sin antes guardar los papeles que me dio Juan Carlos.

Y si los estaba leyendo mientras daban la clase, pero a pesar de eso, ya me se todas las partes de un arma, y es que mi mente no para de darle vueltas a ese asunto. ¿Estaré demente por querer buscar venganza por la muerte de mi padre?

Si, si lo estas.

No, no lo creo, además en las series y películas pasa muchas veces. Después de todo hice una promesa.

Esto no es una serie, ni mucho menos una película así que déjate de estupideces y acude a la policía.

Shh, cállate cabeza que, si te escucho, eso sí diría que estuviera demente.

Me encamino a la salida del salón y veo la hoja con las parejas para el trabajo de literatura y la madre que me pario.

Maldito destino estas en mi contra ¿No es así?

Roge porque no me tocara con él, y lo primero que veo es mi nombre y el de León al lado.

Me quedo ida viendo su nombre y el mío al lado, caigo en cuenta de que tendré que hacer el trabajo con él y no espero mucho más para salir corriendo detrás de la profesora, logro alcanzarla luego de unos pasillos, ella está bajando las escaleras.

—Profesora Mora ¡Espere! —hace oídos sordos y sigue caminando. —¿Puedo hacer el trabajo sola? —la sigo a paso rápido.

—Losiento señorita, pero las parejas ya están y su compañero se quedaría sin una.

—Y por qué no hago el trabajo con alguien más.

—¡Señorita Gállego! —se detiene y se gira para encararme. —¡Las parejas ya están y si no quiere trabajar con el caballero Mendoza, no es mi problema! Resuélvalo. —se gira dándome la espalda.

—Caballero mi culo. —digo para mí misma.

Regreso de nuevo al salón decepcionada del universo.

Viendo él suelo pensando cómo puedo evitarlo, llego al salón, en donde él está en la puerta, ignoro su presencia y trato de entrar, pero él se interpone en el camino.

—¿Si te quitas?

—Tenemos que hablar. —sus ojos examinan mi rostro, pero aun el olor a alcohol es penetrante.

—¿De qué? De tus opiniones acerca de mí. —me cruzo de brazos.

—No fue mi intención llamarte así. —deja salir un suspiro, llegando a mis fosas nasales, el horrible olor a alcohol.

—¿Llamarme cómo? "P-u-t-a" porque te recuerdo que así me lo dijiste. —lo aparto. —Imbécil.

Me dirijo a mi asiento, minutos después León entra al salón seguido del profesor.

León toma asiento y la clase comienza, y es que, en toda la clase, León no aparto su vista de mí.

Las clases finalizaron, estoy caminando con Mirella hacia la salida del instituto, hasta que Henry se aparece.

—Hola señoritas. —entrelaza su mano con la de Mirella.

—Hola. —decimos al mismo tiempo.

—Mar te robare a esta hermosa chica, nos vemos. —no me da tiempo de despedirme de ellos porque Henry sale corriendo con ella agarrado de su mano.

Mar ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora