9. Buen día

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León Mendoza


Los rayos del sol, que entraban por la ventana, pegaban en mi rostro, y una cálida y pequeña mano posaba en mi pecho, miro a la chica que esta dormida al lado mío, sus ojos cerrados, sus pestañas largas, sus labios entre abiertos, la hacían ver se de los más hermosa.

Mar que estaba al lado mío, al verla dormir se veía tan frágil, era como un pequeño cachorrito que buscaba refugió, con mucho cuidado quito su mano de mi pecho, me levanto de la cama y en silencio salgo de la habitación, recorro la casa y al parecer soy el único despierto, bajo a la cocina para hacer algo de desayunar, cuando una llamada resuena en el teléfono fijo de la casa.

—¿Hola?

León, hijo, al fin me contestas ¿ya se levantaron todos?

—Oh, buenos días papá, eh no, solo yo estoy despierto.

—¡Cómo que ''buenos días papá''! ¿No has visto la hora?

—Eh no, pero son—Digo fijándome en el reloj de la cocina. —Son las ¡Rayos son las 12!

Mmm si, y ahora dime ¿Qué piensas hacer? porque Lucia está preguntando por sus hijas, ya la distraje lo suficiente León, ayer la hice dejar el trabajo y que se fuera a dormir, pero hoy se ha levantado muy temprano, y me pregunto por ustedes, le mentí le dije que salieron a caminar.

—Ahhh mierda—Me llevo la mano a la cabeza.

—León...

—Ya se, mira hagamos esto.

—¿Hagamos?

—Sí, hagamos, escucha Papá, lleva a lucia a el cine y pasa con ella todo el día, y si ella llega a preguntar por sus hijas, dile que las llevamos a conocer el instituto, lo cual no es mentira, porque tenemos, el back to class, ¿Lo recuerdas? Y a eso agrégale que esta el concierto de Orión.

Si recuerdo esos eventos, pero que no se vuelva a repetir esta situación León.

—Si papá, nos vemos luego.

Después de la llamada comencé a hacer algo de comida, pensé primero en panqueques, pero hoy tendremos un día un tanto ajetreado, asi que algo más fuerte como pasta.

Después de un rato, la pasta ya está casi lista, escucho que una puerta se abre, espero ansioso a ver quién será el que habrá levantado ya, vienen bajando las escaleras los menores de la casa, Orión y summer, vienen tonteando por las escaleras.

—Buenos días—Dicen los dos al mismo tiempo, tocando el último escalón a lo que dejo salir una risa.

—¿Qué pasa, por qué la risa? —Orión pregunta confundido.

—Porque me acorde de lo de anoche. —Summer se sonroja.

—Basta no hables de eso.

—Bien, hoy tenemos un día ajetreado.

—¿Tenemos? —Summer me ve confundida.

—Hoy tengo un concierto, por el Back to class.

—Ah, es cierto que esta esa actividad ¿A qué hora es?

—A las 3pm, y ya van a ser las una de la tarde. —Orión brinca de la silla.

—¡Mierda! Los chicos me van a matar. —Orión busca su móvil en la sala de estar. —¡Tengo cien llamadas pérdidas!

Tocan el timbre de la casa y Orión se encamina a abrir, son sus amigos de la banda. Resulta ser que habian acordado verse a las doce para iniciar la prueba de sonido y no sé qué cuantas cosas más.

Mar ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora