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Cuando Felix cerró suavemente la puerta del cuarto de Hyunjin, aún ligeramente empalagado con el olor del omega, Minho lo estaba esperando junto a las escaleras.

—¿Le pasa algo malo?— preguntó, genuinamente preocupado. Felix se puso nervioso de repente. ¿Qué le podía decir? No le iba a contar la verdad, eso sí que no.

—Se... siente mal. Del estómago... Ya sabes...— improvisó.

—Ah...— Minho puso cara de empatía, pero aún así era obvio que el cuento había resbalado sin ganarse su total credulidad.— ...entonces cenaremos algo suave hoy.

—Está bien. ¿Necesitas ayuda con algo, hyung?— Felix se ofreció, no porque quisiera, sino porque sabía que sus extraño comportamiento iba a distraer la atención de Minho. Y, en efecto, se ganó un ceño fruncido de su parte.

—Es raro oír eso de parte de ti.

—Es que pensé que podríamos intentar pasar algo de tiempo juntos... cualquiera diría que huyó de ti y eso...

—Es que lo haces...

—No lo hago a propósito, es solo... soy tímido.

Minho cruzó los brazos sobre su pecho y le dedicó a Felix una mirada cargada de reproche.

—No pareces sere tímido cuando estás con Seungmin...

—Seungmin hyung es diferente.

—Sí, sé perfectamente que tienes una relación rara con Seungmin. Pero aún así, yo no te voy a hacer nada, no deberías huir de mí.

—Está bien, lo siento.— Felix inclinó la cabeza, mirando fijamente sus pies.

—Yah... pero no tienes que ponerte así.— Minho se acercó y le dió unas suaves palmadas en el hombro.— Voy a aceptar tu ayuda. ¿Quieres venir conmigo al súper? Sé que Seungmin es quien suele ir de compras y llevarlos a ustedes pero hoy lo haré yo, así puedo preparar la cena temprano. ¿Vale? Además, tenemos bocas nuevas que alimentar.

Felix asintió y se dejó llevar por Minho. No le gustaba dejar a Hyunjin solo, pero sabía que Chan y Seungmin regresarían pronto, así que lo mejor era mantener a Minho lejos de Hyunjin hasta que este se pudiera calmar.

Mientras esperaba a que Minho cogiera lo necesario para irse de compras de quedó pensando todo el asunto de Hyunjin. Siempre pensó que descubrir a tu mate, a tu destinado, tu alma gemela, era algo para alegrarse. Eso era lo que él había aprendido. Para él, existe alguien allí afuera, que es increíblemente compatible contigo. La explicación era más compleja, toda una bazofia científica de hormonas y comparabilidad humoral que a él nunca se le pegó. Pero la esencia sí la entendía: estás destinado a amar a alguien. Pueden ir y venir cuántos quieran, que esa persona será la última que tengas, porque será la única que necesitarás.

Para un omega como él, eso tenía mucho significado. Ya fuese un alfa o un beta, esa persona que sería tu mate debía marcarte, enlazarse contigo, declararte como suyo. Y él, como omega, también debía marcarle, por las mismas razones. Pero el cuerpo de los omegas cambia drásticamente después de un enlace, cuando la esencia de su mate entra a su cuerpo, es como si terminara su desarrollo, su cuerpo ya está listo. O sea, hasta que no se enlazan con alguien no pueden reproducirse, no pueden tener hijos. Necesitan un mate para terminar de desarrollar adecuadamente su sistema reproductivo. Esto, socialmente, se resumía a que cada omega se guarda así mismo para su mate, se supone solo te sentirás entero hasta que esta persona forme parte de tu vida. Pero, por alguna razón, Hyunjin no estaba feliz. Y el olor desesperado que había en su habitación lo denotaba.

Hyunjin le había dicho algo que le dio curiosidad. Nunca lo había pensado. Sabía que los humanos también eran alfas, betas y omegas, lo sabía porque los olía. Pero los humanos nunca hablaban de eso. Incluso, lo ignoraban. Seungmin no sabía nada al respecto hasta que él mismo le dijo que era una alfa. Al parecer, los humanos no sienten ninguna de las cosas que sienten los híbridos. Si lo pensaba detenidamente, era lógico. "Los humanos no son híbridos" eso es algo que todo el mundo sabe. Y, sin embargo, Minho hyung era el mate de Hyunjin hyun. Tenían que enlazarse, marcarse y ser felices juntos. Pero Hyunjin no quería y Minho no lo sabía.

*.✧ No se admiten mascotas!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora