47🐾

721 112 13
                                    

Yangyang subió las piernas sobre el respaldo del sofá y dejó caer su cabeza por el borde de este, sentándose completamente al revés de cómo se sentaría una persona normal. Uno de sus compañeros lo miraba desde el otro sofá con desaprobación, pero eso a Yang no podía importarle menos. Tampoco era como si no estuvieran acostumbrados a sus posiciones raras para sentarse.

—¡Liu Yangyang!— se sintió la voz iracunda de Changbin desde el pasillo. Yangyang alzó la cabeza y miró hacia la puerta abierta, preocupándose momentáneamente.

—¡Uff ...! Nombre completo y todo... Te cogió lo que anda.— dijo el otro híbrido poniéndose de pie y recogiendo los papeles que estaba revisando.— Me piro.

-¡Renjun, no me abandones!

—¿Quién sabe en qué lío te metiste ahora? Yo no tengo nada que hacer aquí.— le contestó este dirigiéndose hacia afuera de la oficina.

—Traidor.— murmuró Yangyang y con un movimiento ágil se levantó del sofá, justo en el instante en que Changbin entró, buscándolo con la mirada.

—Ven acá.— lo sujetó por el borde de la camisa y tiró de él hacia su despacho. Yang solo se resignó en silencio. Sabía que, con tanto trabajo, tarde o temprano se le iba a escapar algo.

—¿Por qué diantres no me dijiste dónde estaba trabajando Yongbok?— le dijo, severo, luego de cerrar con seguro la puerta de su oficina privada. Yangyang, quien estaba listo para un regaño de cualquier otra índole, solo se quedó mirándolo, sin variar su expresión facial.

—Ah... ¿Era eso?— dijo luego de ver que Changbin no iba a decirle nada más.

—¿Y qué otra cosa te esperabas?— el alfa rodeó su escritorio, quitándose el saco de los hombros y poniéndolo en el respaldo de la silla.

—No te comenté nada porque Seungmin no me había dicho que ya Felix había empezado a trabajar. No lo sabía.

—No me vengas con eso. Hasta yo sabía que Felix había empezado a trabajar.

—¿Entonces por qué no le preguntaste tú mismo dónde era?

Changbin lo fulminó con la mirada.

—Porque ese es tu trabajo.

Yang rodó los ojos, notando que Changbin solo le había dicho eso por no perder la discusión.

—De acuerdo. Me disculpo. Aún así ¿Cuál es el problema?

—Pues que sabes perfectamente que aún no quería que Felix descubriera que soy su alfa.

—¿No me digas que pasaste hoy por el atelier?— Yangyang se llevó una mano a la boca para ocultar su sonrisa.

—Sí, pasé hoy por el atelier.— Changbin apoyó sus manos sobre el escritorio y se quedó mirando fijamente la oscura madera.

—Por eso estás así.— Yangyang se acercó a él y palmeó amistosamente su espalda. Changbin finalmente exhaló un suspiro y flexionó sus piernas hasta quedar agachado, apoyando su frente contra sus antebrazos.

—Tendrías que haberlo visto. Me miró con tanta confusión... era tan lindo... Aunque el imbécil de Jaemin lo tacleó contra el suelo cuando se acercó a mí.

Yang ahogó una carcajada y continuó acariciando suavemente la espalda de Changbin.

—...Esto acaba de joder todos mis planes.— se quejó él alfa.

—Supongo que sí... ¿Cómo se lo tomó él?

—Se percató de que era su alfa antes de darse cuenta de que era yo. Cuando cayó en cuenta se quedó completamente confundido, pero al instante se alejó de mi... él... creo que no me va a aceptar.— Yangyang frunció el ceño y se agachó para quedar a su altura, sujetándolo por los hombros.

*.✧ No se admiten mascotas!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora