Después de dejar a Jungwoo en la terminal y de despedirse de él, Seungmin y Minho volvieron al auto para continuar su camino.
El mayor de los dos ocupó ahora el asiento del copiloto, manteniéndose en silencio mientras observaba el paisaje desfilar frente a sus ojos. Seungmin lo miraba de hito en hito, pero no le dijo nada. Solo condujo en silencio mientras lo dejaba pensar o procesar, o lo que sea que estuviera haciendo Minho dentro de su cabeza. Estaba dispuesto, si era necesario, a hacer todo el viaje de vuelta sin decir una palabra.
Aún así, el asunto sería distinto una vez que llegaran.
Al detenerse frente a su casa, Minho se bajó del auto casi antes de Seungmin apagara el motor. Casi fue tierna la forma en la que atravesó el jardín y corrió rumbo a la entrada. Su espalda surcada por una sensación ansiosa y necesitada.
Sin embargo, al abrir la puerta, sus hombros cayeron un poco. La vista de su propia casa, oscura y vacía, el silencio reinando sobre todas las cosas, indicándole claramente que ahí no había nadie, lo hicieron decaerse ligeramente.
—Hyunjin no está aquí, hyung.— Seungmin habló suavemente, entrando detrás de él.— Solo Jeongin y yo hemos hecho un poco de estancia aquí en estos días.
—¿A qué te refieres?— Minho se giró a verlo, demandando una explicación. Sin embargo, Seungmin caminó con calma hacia el comedor después de dejar sus zapatos en la entrada.— ¿Dónde está Hyunjin? ¿Qué sucedió con él?— insistió.
—Ven, hyung.— Seungmin corrió una de las sillas de la mesa, indicándole a Minho que tomara asiento.— Hay unas cuantas cosas que tengo que explicarte antes de que decidas si quieres ver a Hyunjin.
Minho lo miró con recelo, pero se acerco a él, tomando asiento. Seungmin cruzó para sentarse del otro lado de la mesa, luciendo ligeramente extenuado en cada gesto que hacía.
—¿Qué más puedes tener que explicarme? Ya sé que Hyunjin es... eso.
Seungmin alzó una de sus cejas.
—Veo que, además de explicarte, vas a tener que aceptar de una vez por todas que Hyunjin es un híbrido... Ni siquiera eres capaz de decirlo.
—Solo se me hace extraño.
—Bien, lo que sea.— un gesto de su mano le resto importancia al asunto.— Por ahora solo escúchame. Déjame arreglar las cosas. Es mi deber.
Minho hundió sus dedos en su propio cabello a la vez que tomaba un hondo suspiro, inflando su pecho mientras se acomodaba mejor en la silla. Recordar de nuevo todo lo que había sucedido lo irritaba un poco.
—De acuerdo. Te escucho.
—Primero dime una cosa... ¿Estás dispuesto a recuperar a Hyunjin?— Minho alzó una ceja.— No me mires así, necesito saberlo. ¿Quieres recuperar lo que tenías con él? ¿Quieres lograr más? ¿Quieres verle feliz a tu lado?
—Lo que yo quiera hacer...
—No te estoy preguntando en que posición te lo quieres follar, solo necesito saber si estás dispuesto a aceptarlo y luchar por él. Si lo que sientes por él te parece lo suficientemente fuerte como para intentarlo.
Minho apretó sus labios a la vez que retiraba la vista.
—Supongo que sí...
—¿Amas a Hyunjin?
Sus labios se apretaron aun más, Seungmin pudo notar como sus orejas se iban enrojeciendo ligeramente, siendo más obvia sobre sus sentimientos que cualquiera de sus incómodas palabras.
—Sí.
—Bien... teniendo eso claro, creo que podemos avanzar a lo más importante.
La mirada del mayor pasó de incómoda a curiosa, incluso su lenguaje corporal reveló cierto interés.
ESTÁS LEYENDO
*.✧ No se admiten mascotas!
Fanfiction¿Qué hacer cuando lo peor que te puede pasar por la mente es justo lo que te sucede? Esa fue la pregunta que se hizo Hyunjin en el instante en que conoció a Minho. En el instante en que puso su mundo de cabeza. Porque Hyunjin era un híbrido, y a M...