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A través de la sala, Hyunjin pudo observar cómo las gotas de lluvia empezaban a mojar el vidrio de la ventana. No hacía mucho habían dado las doce y, lo que en algún momento prometió ser un día cálido y radiante, pronto pasó a convertirse en uno sombrío y nublado.

La lluvia, al principio silenciosa, rápidamente dejó oír su estridente y familiar sonido, empañándolo todo en la distancia, haciendo que el gris inundara el paisaje y el penetrante olor a lluvia y tierra mojada le llegara a Hyunjin incluso estando dentro de la casa.

Ya llevaba un buen rato sentado en la sala, solo usando su teléfono. Le había parecido la manera más eficiente de ignorar a Minho, aún si todavía no entendía del todo los misterios que entrañaba ese aparato.

Podía escuchar al humano deambular por la casa, podía sentir su olor llenándolo todo, y aun si hacía su mejor esfuerzo por no lucir afectado, su omega le estaba pidiendo con todas sus fuerzas que mantuviera sus atributos fuera, que suavizara su olor y se acercara a él. El olor de Minho lo hacía querer actuar como omega, y eso era incómodo.

Aún así, mantuvo sus orejas y su cola fuera, a pesar de que le molestaba un poco en los pantalones del pijama. Así estaba más relajado y, si por alguna razón su olor se suavizaba, pues ya estaba listo para actuar como si él no tuviera nada que ver con eso.

—Hyunjin...— La voz de Minho, aproximándose, lo hizo mirar por encima de su hombro y del respaldo del sofá. Su alfa se acercaba con dos tazas en sus manos y Hyunjin reconoció la taza que había adoptado como suya junto al delicioso olor del chocolate caliente.— Hace un poco de frío.

Minho le extendió la taza con naturalidad, bebiendo de la otra y limpiando con su lengua el bigote cremoso que el líquido dejó sobre su labio superior. Hyunjin aceptó la bebida, asomando su naricita al borde para sentir aquel olor tan familiar.

Quiso mantener sus defensas altas, pero el sabor del chocolate rápidamente lo suavizó, una sonrisa gozosa se asomó a su rostro como consecuencia, todo su cuerpo relajándose en el sofá.

—¿Vas a almorzar?— Minho se sentó junto a él, con aquella naturalidad que ponía a Hyunjin en aprietos.

—Supongo. Pero si te es trabajoso no te preocupes. El chocolate me llenará bastante, además puedo comer algo en el trabajo. Felix debe estar por llegar.

—Cierto, ¿tenías trabajo hoy?— El humano subió sus piernas en el sofá y Hyunjin casi sonríe al ver de nuevo esa forma casi disparatada que tenía el mayor para sentarse.

—Sí, el rodaje de un show de variedades y luego una entrevista. Mi agenda estaba sospechosamente despejada hoy.— Hyunjin frunció el ceño, cayendo en cuenta de que probablemente todo eso estuvo cuidadosamente planeado.

—¿Con este clima?— Minho miró hacia la ventana, la lluvia aun cayendo torrencialmente.— ¿O es en un estudio?

—No estoy seguro.— Hyunjin mantuvo la taza cerca de su rostro, disfrutando el calor que ésta desprendía, moviendo inconscientemente sus orejas, dejando ver su buen humor.— Aunque ciertamente con este clima no dan ganas de salir.

—Supongo que en tu trabajo es difícil tener días libres. Incluso estas yendo a programas de variedades. Eso es increíble.

—Felix me dijo que eso era normal al principio.— Hyunjin se encogió de hombros.— Volverse famoso de la noche a la mañana. Tener una lluvia de ofertas de trabajo, ser buscado por todos. Dijo que los humanos son así, ambiciosos y llenos de furia cuando se trata de sus intereses. Todas esas revistas y programas de televisión solo quieren formar parte del asunto candente, aumentar sus vistas, ratings y ejemplares vendidos. Me dijo que, tan rápido como eso surgía, podía desaparecer, que lo importante era causar una impresión duradera. Poco a poco estoy dejando de ser el híbrido del video, para ser Hyunjin, el modelo, el primer híbrido en salir en programas de televisión y enviar un mensaje. Según Felix tengo poder para crear consciencia en la gente y para llamar su atención.

*.✧ No se admiten mascotas!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora