Mientras se secaba el cabello, Hyunjin sintió que tocaban a su habitación. Se apresuró para abrir la puerta, sabía que era Minho, pero aún así sonrió ampliamente al verlo.
—¿Te falta mucho?— le preguntó el mayor, notando que aún traía solo una camiseta negra y unos jeans, además de que tenía el cabello húmedo.
—Solo un poco.— Hyunjin comenzó a secarse el cabello energéticamente mientras se adentraba en la habitación para buscar algo más que ponerse.
—¿La sudadera que te di está sucia?— Minho entró también y se dejó caer sobre la cama de Hyunjin, dispuesto a esperar.
—N-No.— Hyunjin hizo memoria por un segundo.— Recién la lavé ayer.
—Póntela... digo, si quieres.
Hyunjin fue hasta el armario y buscó allí por unos segundos hasta que encontró la susodicha sudadera.
—¿Está bien que vaya solo con esto?— le preguntó al humano mientras lo miraba cuidadosamente.
Minho vestía una camisa blanca y unos pantalones negros, la camisa estaba completamente abotonada y metida por dentro del pantalón. Lucía mucho más arreglado de lo usual, sin contar que su cabello estaba peinado hacia atrás, dándole un aire elegante difícil de ignorar.
—Sí, estará bien.— Minho asintió con una sonrisa.— No necesitas arreglarte mucho. No es nada importante.
Hyunjin frunció el ceño.
—Si no fuera nada importante, no te hubieras vestido así.— le dedicó un breve puchero mientras se ponía la sudadera.
—Es que iremos a ver a alguien importante para mí. Esa persona siempre ha pensado que es un desperdicio que no me arregle un poco. Según ella soy demasiado apuesto como para estar siempre desgreñado.
—Uhm... ya veo.— Hyunjin se dio la vuelta para verse en el espejo y tratar de hacer algo con su cabello.
De paso, trató de ocultar la expresión molesta que naturalmente había surgido en su rostro. Sintió como Minho se levantaba y se acercaba a él. No se giró cuando lo sintió justo a su espalda, sino que siguió enfrascado en arreglar su cabello, haciendo todo lo posible por lucir inexpresivo.
—Ya te dije que no te tienes que preocupar por eso.— Minho sujetó suavemente sus muñecas y lo obligó a dejar de acomodarse el pelo.— Te ves bien así.
—Parezco un plumero.— Hyunjin quiso volver a su tarea pero Minho lo detuvo con una sonrisa mientras aún sujetaba sus manos.
—No es cierto. Tienes un cabello lindo. Está brillante y esponjoso. Luces bien así.— le metió los dedos entre las hebras aún un poco húmedas y se lo alborotó ligeramente. Hyunjin finalmente se rindió al sentir los dedos de su alfa rozar su cuero cabelludo.
—De acuerdo, lo que tú digas.— cedió mientras disfrutaba la cosquilla electrizante que recorrió toda su espina dorsal.
—Entonces vamos.— Minho le dedicó una última mirada antes de darse la vuelta rumbo a la puerta.
Cuando bajaron se encontraron con Chan metido de cabeza dentro de la nevera. Al parecer acababa de regresar y tenía hambre.
—Hyung...— Hyunjin se acercó a él. Chan se enderezó y lo miró de arriba abajo, mirando después a Minho y alzando una ceja.
—¿Adónde vas?— le preguntó al omega.
—Voy a acompañar a Minho hyung a un lugar.
Chan abrió ligeramente los ojos.
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*.✧ No se admiten mascotas!
Fanfiction¿Qué hacer cuando lo peor que te puede pasar por la mente es justo lo que te sucede? Esa fue la pregunta que se hizo Hyunjin en el instante en que conoció a Minho. En el instante en que puso su mundo de cabeza. Porque Hyunjin era un híbrido, y a M...