86🐾

568 75 33
                                    

Cuando Minho abrió la puerta de su casa, se sorprendió al encontrarse a Chan yendo de salida. Desde hacía casi tres días el mayor solo había permanecido encerrado en su habitación. Según Hyunjin, salía en las noches, pero no había querido dar explicaciones de lo que estaba haciendo. Minho sospechaba que algo raro le estaba sucediendo, y la repentina ausencia de Jisung a su alrededor probablemente tenía mucho que ver.

—Hey...— fue su torpe saludo, a lo que el rubio le respondió con una mirada inexpresiva desde su lugar agachado en la entrada. No le dijo nada, solo volvió a concentrase en atar sus zapatos.— ¿Vas a salir?— Minho insistió, aunque después quiso abofetearse a sí mismo por la cosa tan obvia que acababa de preguntar.

—Sí.— Chan le respondió escueto, a la vez que se ponía de pie y sacaba un chicle de su bolsillo para llevárselo a la boca, parecía necesitarlo más que quererlo.

—¿Peleaste con Jisung?— el humano decidió ir directo al grano, en vistas de que dar vueltas no estaba funcionando en lo absoluto.

—Solo rompimos.— Chan no lo miró en ningún momento, solo salió, dejando a Minho lleno de dudas. Si no fuera por el semblante que Chan traía, podía haber pensado que se trataba incluso de una broma.

¿Realmente se había separado?

Él sabía que Jisung podía ser un poco caprichoso, pero realmente pensaba que las cosas durarían más. Parecían gustarse mucho. Simplemente la relación de ellos lucía correcta. No había visto nunca a Jisung así de decidido con respecto a alguien.

Él siempre iba sin tomarse las cosas en serio, siempre veía todas las relaciones con una fecha de vencimiento. Tal vez por su madre, o tal vez porque simplemente nunca le interesó alguien en serio. Sin embargo, con Chan era distinto. Desde el primer momento en que lo vio Jisung se había decidido. Le era difícil de creer que se hubieran separado.

—Hyung... ¿A dónde fuiste tan temprano?— la voz de Hyunjin lo sacó de sus pensamientos y se giró justo a tiempo para verlo acercarse, probablemente más apuesto que nunca.

La expresión sorprendida de Minho se tornó ligeramente avergonzada. Sus manos se entretenían en acomodar los puños de su camisa a la vez que sus labios se curvaban en una sonrisa torpe.

—¿Qué pasa? ¿Me veo raro después de todo?

—¡No! No... no, Hyunjin...— Minho reaccionó de repente.— T-te ves muy bien. Hoy estás muy apuesto...— hizo una pausa incómoda, como revisando lo que acababa de decir.— ¡Eso no quiere decir que usualmente no luces apuesto! Siempre te ves bien. Solo que hoy... aish...— se rascó la cabeza, consciente de que acababa de hacer el ridículo. Sin embargo, Hyunjin solo lo miraba con una sonrisa y sus mejillas un poco coloradas.

—G-gracias, hyung... y no te tienes que preocupar. Entendí lo que querías decir.

—Ah... ya. Pues... eso...

—No me dijiste a donde fuiste.— Hyunjin desvió el tema, notando que la conversación se había vuelto un poco torpe.

Aunque tenía que admitir que el Minho un poco torpe era bastante lindo.

—Oh, eso...— Minho le enseñó una pequeña bolsa que llevaba en sus manos y en la cual, Hyunjin no había reparado hasta ese momento.— Fui a buscar esto.

El omega ladeó la cabeza.

—¿Y eso que es?

Minho dejó que una enorme sonrisa se apoderara de su rostro a la vez que abría la bolsa y cerraba la distancia que lo separaba de su novio.

—Lo que todo estudiante recién graduado de la universidad debe tener...— fue su enigmática respuesta. Hyunjin mantuvo su expresión curiosa, la cual solo se intensificó al ver como Minho sacaba un fajo de tarjetas envueltas con una banda elástica.— Tarjetas de presentación.— dijo finalmente, mostrándole las tarjetas en las cuales podía leerse su nombre y su título de graduado en Historia del Arte, además de su información personal.

*.✧ No se admiten mascotas!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora