79🐾

457 74 16
                                    

—¡Señor Kim, espere!— Jisung reaccionó, apresurándose para volver sobre sus pasos y detener al padre de Seungmin antes de que entrara a la habitación.— ¡Señor Kim!

El hombre se detuvo a sólo un par de metros de la puerta, se dio la vuelta, casi exasperado.

—¿Qué sucede?— espetó.

—Seungmin hyung aún está durmiendo. Acaba de pasar por una cirugía complicada, perdió mucha sangre. Por favor... Cuando se despierte...

—¿Tú eres Han Jisung?— el padre de Seungmin lo miró con cuidado, reconociendo en él al niño que tantas veces jugó con su hijo cuando eran pequeños.

—Eh... sí.— Contestó, dudoso. No esperaba que el señor Kim lo reconociera.

—Tú debes saber algo.— el hombre se puso las manos en la cintura, con gesto severo.— ¿En qué líos anda metido Seungmin?

—¿A qué se refiere?

—¿Quién le disparó?

—Eso no lo sé, Señor Kim. Solo... Por favor, podemos hablar en otro sitio, más tranquilo. Aquí podemos molestar a los demás pacientes.— Jisung esbozó una sonrisa nerviosa y con un gesto de su mano lo convidó a regresar a la recepción de la sala.

—Hay algo sospechoso. No quieres que vea a Seungmin ¿Por qué?— habló con desconfianza, sin moverse un solo centímetro de su sitio. Aquella mirada fría e impotente siempre había infundido miedo en Jisung. El padre de Seungmin era un hombre severo, cruel a veces, alguien a quien nunca se atrevió a mirar a los ojos.

—Y-ya le expliqué.

—¡Hyung!— la voz de Jeongin se oyó de repente, rompiendo el tenso silencio que se había formado entre ellos. El omega asomó su cabeza de cabellos castaños por la puerta de la habitación, una enorme sonrisa en sus labios, completamente ignorante de lo que estaba sucediendo.— ¡Seungmin hyung se despertó!

El señor Kim se dirigió hacia allí, prácticamente empujando a Jeongin y abriéndose camino dentro de la habitación.

—¡Espere!— Jisung intentó detenerlo.

—¿Quién es usted?— preguntó Jeongin al ver a aquel hombre entrar impetuosamente en la habitación. Sin embargo, no tardó en sentir una fuerte ansiedad proveniente de su alfa. Seungmin aún estaba débil, apenas acababa de despertar y su vínculo se sentía fragil todavía. Aquel hombre, quien quiera que fuera, lo ponía nervioso.

—Eso debería preguntarte yo a ti.— el padre de Seungmin le dedicó una mirada despectiva antes de enfocarse en su hijo. Lo observó en silencio por unos segundos, su vista paseándose por todos los detalles.— Seungmin...

—Por favor, señor Kim.— insistió Jisung, haciendo que Jeongin cayera en cuenta de lo que estaba sucediendo.

—Papá...— contestó Seungmin, incorporándose un poco sobre la cama, un mohín de dolor adornando su rostro por un instante. Jeongin intentó acercarse a ayudarlo pero un gesto de su mano y una apenas perceptible sonrisa lo detuvieron.

—¿Es esto lo que querías conseguir?— el señor Kim lo miró con desaprobación, su expresión lucía extremadamente decepcionada.— No esperaba nada de ti, Seungmin. Absolutamente nada, y sin embargo me sorprendes con esto. ¿No te basta lo que has hecho pasar a tu familia? ¿Tienes que seguir?

—Si mal no recuerdo...— la voz de Seungmin sonó seca y profunda, como si sólo hablar le supusiera un gran esfuerzo.— ...tú mismo me dijiste me olvidara de que tengo una familia.

Su padre mantuvo la misma expresión. Las palabras de Seungmin no parecían provocar otra cosa en él que no fuera una decepción cada vez más profunda.

*.✧ No se admiten mascotas!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora