"Hoy seré tu paraíso"
La voz ronca de Hyunjin susurrando eso contra su oído hizo que una deliciosa corriente se deslizara por su cuerpo, recorriéndolo entero hasta terminar en su dura erección, haciéndolo sisear de placer.
Sintió como Hyunjin hurgaba en sus pantalones hasta sacar el cinturón. Por un momento lo invadió la curiosidad, pero cuando Hyunjin agarró sus muñecas y las unió por encima de su cabeza, se dio cuenta exactamente de lo que estaba pasando.
No le pareció tan mala idea.
Hyunjin lo miraba con una expresión intensa mientras ataba sus manos a la cabecera de la cama. Minho dejó que lo hiciera. Extrañamente confiaba ciegamente en Hyunjin. Creía en él. Y sabía que lo que fuera que le hiciera, solo podía ser dolorosamente placentero.
Hyunjin preferiría no hacer eso. Si había algo que deseaba, era tener las manos de su alfa por todo su cuerpo, dándole rienda suelta a su deseo, marcándolo por todas partes. Si no podía tener las huellas de sus dientes en el cuello, al menos le gustaría tener las de sus manos en su piel.
Pero no podía hacer eso.
No podía dejar que Minho lo tocara libremente.
Lo que no había sucedido la vez anterior, podría suceder esta vez. Minho no era estúpido, no sería engañado dos veces.
Así que ató sus manos y se permitió disfrutar de la extrañísima sensación de tener el control sobre su alfa. Se regodeó en la mirada lánguida y sumisa de Minho mientras lo hacía. Lo amarró fuertemente para después ir dejando besos por sus brazos, recorriendo todo el camino hasta llegar a su rostro y volver a castigar sus labios con un beso salvaje. Minho gimió contra su boca y se removió debajo de él, restregando su erección contra el trasero desnudo de Hyunjin.
—Solo relájate...— Hyunjin le volvió a susurrar y se estiró para alcanzar uno de los protectores para los ojos que Minho tenía en su mesa auxiliar. El humano sonrió y relajó su cabeza.
—¿Tampoco me vas a dejar verte?
Hyunjin le cubrió los ojos con cuidado, sonriendo al ver como Minho le dejaba hacer cuanto quisiera.
—Solo concéntrate en sentirte bien.— le volvió a susurrar. Minho se removió un poco, acomodándose lo mejor que podía. Entonces Hyunjin se permitió relajarse por completo y dejó que sus orejas y su cola se mostraran.
Enseguida todo su cuerpo se alivió y la excitación se intensificó casi el doble. Su parte animal estaba a punto de volverse loca con la nueva libertad. Tenía a Minho completamente para él, a su merced. El omega dentro de él no podía dar crédito a la realidad.
Se inclinó para oler directamente del cuello de Minho, notó como se estremecía con su suave tacto. El cuello de Minho estaba justo ahí, a su alcance, oliendo tan bien...
Comenzó a besar esa zona, haciendo que Minho suspirara de puro placer. Podía sentir el calor de su piel, incitándolo a clavar sus dientes ahí, a hacer al humano suyo. Se preguntó por enésima vez si realmente se podría.
¿Realmente se podría?
Le dio una suave mordida y sintió que cada uno de los vellos de su cuerpo se erizaba.
—Sí...— gimió quedamente Mimho, ladeando su cabeza para que Hyunjin tuviera mejor acceso a su cuello.
Pero no.
Agarró sus cabellos con brusquedad y lo obligó a enderezar su cabeza para así besarlo de nuevo, recorriendo su torso con su mano libre, acariciando la piel de Minho con ansiedad. De sus labios bajó a su pecho y se entretuvo en los pezones de su alfa, dándole suaves lamidas y delicadas mordidas que lo hacían sisear.
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*.✧ No se admiten mascotas!
Fanfiction¿Qué hacer cuando lo peor que te puede pasar por la mente es justo lo que te sucede? Esa fue la pregunta que se hizo Hyunjin en el instante en que conoció a Minho. En el instante en que puso su mundo de cabeza. Porque Hyunjin era un híbrido, y a M...