ErosLa herida situada en la pierna derecha de Alexandra tenía un aspecto horrible. Y al verlo, entendí el motivo por el cual no podía ni caminar.
Era una herida profunda y por lo que nos contó a los chicos y a mi, se torció el tobillo cosa que le impedía el movimiento sin dolor.
Fui al baño de su habitación en el que ella me había dicho que tenia varios productos para las heridas en un pequeño botiquín de primeros auxilios.
Bajé rápido y me arrodillé frente a ella.
Limpié con gasas húmedas la sangre, desinfecte con un par de productos para esa función y le vendé el trozo de pierna dañado.
Posteriormente, cargué a Alexandra hasta su habitación y la tumbé sobre la cama con el máximo cuidado posible.
- Gracias - me susurró ella, dedicándome una media sonrisa bastante cálida.
Cada vez que la miraba me daba cuenta de lo imposible que era no quererla.
Eran esos simples gestos como esa sonrisa, los que conseguían que aquella chica castaña hiciera que mis sentimientos hacía ella fueran creciendo sin ser posibles de evitar.
La arropé y dejé un beso sobre su frente, de algún modo me sentía bien al hacerle ese tipo de cosas a ella.
Cuando iba a irme, habló.
- Duerme conmigo esta noche, por favor - pidió Alexandra en un pequeño susurro.
No supe el motivo de su petición, pero jamás me negaría ante tal cosa.
Pude notar algo extraño en su tono de voz, y me preocupé porque parecía que algo no iba bien.
No sabía el motivo, pero no iba a permitir que volviese a estar mal.
- ¿Qué te pasa pequeña? - pregunté sin poder evitar el sentimiento de preocupación que se instalaba en mi pecho.
- Tengo miedo - dijo susurrando otra vez.
- No te preocupes bonita. Mañana les cortaré las bolas a los chicos por haber tenido la idea de ir al bosque después de lo que pasó el sábado - aseguré intentando dar con su mirada.Hubo una breve pausa antes de su respuesta.
- No es eso Eros. No tiene nada que ver con eso - me respondió ella. Clavando sus ojos cristalizados en los míos.
- ¿Entonces? - le pregunté confuso ante sus palabras.
- Tengo miedo de enamorarme de ti Eros. Tengo miedo de siempre caer en la misma mierda y que tú te vayas - me dijo sin dejar de mirarme.Me había abierto su corazón completamente al pronunciar esas palabras.
Una lágrima recorrió su mejilla y yo me adelanté a quitarla con mi pulgar.
No me esperaba que dijera aquello para ser sincero, y más cuando yo sentía lo mismo.
Yo no me iría de su lado, nunca.
No creo en las cosas eternas, ni en los para siempre. Pero sea de la forma en la que fuere yo me quedaría a su lado.
Desde ese día me lo prometí.
Quise quitar todas sus dudas, hacer que olvidara toda posibilidad de que aquello sucediera, y para hacerlo solo pude reaccionar de un modo.
La besé.Besar a Alexandra se estaba convirtiendo en algo como tomar un medicamento si estás enfermo.
Ella era mi medicamento últimamente.
Me hacia feliz. Y aunque de momento ninguno de nosotros hubiésemos admitido estar ya enamorados del otro. Sabíamos que pasaría, y no lo evitaríamos.
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El amor y sus consecuencias [Consecuencias I]
RomanceY fue cuando lo dijo clavando su pupila azul en la mía. Sonriéndome de manera sincera y haciendo que me diese cuenta de cada uno de mis fuertes sentimientos hacia él. Consiguiendo que cada segundo le amase más. Entonces me di verdadera cuenta de q...