Capítulo 10 Confeciones

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    -¿Sakura como sabes eso? –Pregunto Tsunade-. Eso está escrito en el informe sellado de Riko Haruno. Jamás haz tenido acceso a él, Estoy segura.

    -Mi lady lo sé porque me lo mostro Makami. –dijo Sakura.

    -Qué suerte tienes Sakura. -Dijo Kiba-. Estar frente al Makami es ya un honor pero que él te hable, no tengo palabras.

    -¿Cuándo fue eso Sakura? –pregunto Tsunade.

     -En cuanto llegue me dedique a curar y cuidar a la abuela Riko, así que no había muchas oportunidades para platicar, además estaba el incidente de cuando escuche como Azami les contaba todo sobre lo sucedido con Sasuke.

     -Oye Sakura ¿Qué paso contigo y Sasuke? –Pregunto Naruto-. Debió ser algo muy malo, digo él te hizo muchas cosas y siempre estuviste disculpándolo.

    -Naruto.- dijo una ruborizada Hinata-. Como se te ocurre decir y preguntar eso, discúlpalo Sakura.

    -No tengo que disculpar nada Hinata, lo que dice Naruto es la verdad, no es un secreto para nadie la forma en que siempre me trato Sasuke y que yo siempre estuve mendigando un poco de su atención. –Aunque su rostro no mostraba ninguna emoción sus manos que estaban ocultas a la vista por la mesa decían otra cosa ya que las cerro formando puños que apretaba contra sus piernas, cuando Kakashi puso su mano sobre las suyas las relajo y no se resistió cuando entrelazo una mano con la suya-. Naruto te aconsejo que nunca escuches una conversación a escondidas jamás escucharas nada bueno de ti.

    -Eh.- dijo un confundido Naruto-. Escuchaste algo que él dijo a tus espaldas y eso lo cambio todo pero si trato de matarte 2 veces y en otra ocasión te a travesó con un genjutsu...

    -Naruto. –dijo Hinata.

    -...y aun así le pediste de te llevara con él...

    -NARUTO.- gritaron Ino y Tenten.

    -...Y cuando dijo que no, tú de todas maneras te fuiste tras él. De veras

    -Basta Naruto. -Dijo Kakashi apretando la mano de Sakura como si de esa manera tratara de confortarla-. Es suficiente.

    La atención de todos estaba puesta en Naruto ya que nadie aparte de él y Kakashi sabían de eso. No vieron como Sakura cubrió su boca con la mano que tenía libre, bajando la cabeza que quedo cubierta por su pelo y como sus hombros temblaban hasta que la intervención de Kakashi los hizo mirar en su dirección. Más de alguno se sintió mal por ver como estaba Sakura de afectada.

    -Sakura lo siento yo... –Naruto no pudo terminar de hablar ya que para su sorpresa y la de sus amigos ella estallo en carcajadas.

    -Ay Naruto, como te he extrañado, nunca cambies. –dijo una risueña Sakura.

    -Sakura pensé que tu...

    -¿Qué? Que estaba llorando; no Naruto, ya llore demasiado por alguien que jamás mereció una sola de mis lágrimas. –dijo Sakura que ahora parecía triste, Kakashi volvió apretar su mano como diciéndole "aquí estoy, cuenta conmigo"-. Por quien debí llorar era por mí misma, por la parte de mí que iba muriendo para dejar lugar a la persona en que me convertí cuando le permití que me humillara, me denigrara, en esa patética criatura que creía que su desdén y desprecio eran muestras de amor.

    -Sakura tu nunca fuiste patética. –dijo Naruto.

    -Si lo fui, y no me di cuenta de cuanto hasta que oí como Sasuke se lo decía a Karin.

    -¿Karin, quien es Karin?-

    -Es una subordinada de Orochimaru, la conociste, es la chica pelirroja a la que Sasuke dejo mal herida. Y ella era la razón por la que Sasuke no quería llevarme con él, claro que no lo descubrí hasta que ella se presentó, estuvimos conviviendo unos días los tres y hasta un ciego se daría cuenta que estaba interesada en él, un día fui a comprar víveres pero no me tarde casi nada ya que no quería dejar a Sasuke solo con ella, no me esperaban tan pronto y cuando volví se oían murmullos que venían de la habitación de Sasuke, tenía miedo de entrar así que me quede parada junto a la puerta y empecé a poner atención a su plática; él le decía que yo lo había seguido, que ya no sabía qué hacer para que esa chica tan patética lo dejara en paz, que siempre había sido una maldita molestia y que no estaba para nada interesado en mí, que a la que quería era a ella. No espere a escuchar más así que abrí la puerta para descubrirlos teniendo sexo.

Nunca pense que serias tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora