Capítulo 39 Un pasado olvidado parte 1.

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    -Antes de que los clanes se unieran y se formaran las aldeas shinobis, antes de que los clanes vivieran en paz entre ellos, existió un hombre que comandaba a un gran número de guerreros era tan temido que ni los poderosos senju ni los Uchiha se metían con él. –Al decir esto miro a Tsunade-. Este hombre no respondía ante los hombres ni ante los kamis, el tiempo pasó y sus hazañas crecían, sus sangrientas hazañas llegaron a los oídos de los Kamis que a pesar de que ellos habían decidido no intervenir en los asuntos de los hombres se preocuparon y se reunieron a deliberar que hacer respecto a ese guerrero. La reunión duro bastante, no se podía poner de acuerdo ya que la mitad de ellos creía que debía ser castigado por sus crímenes y la otra mitad creía que aún tenía redención y uno que otro creían que era inocente. Amenominakanushi el primer Kami creador tomo la palabra y les dijo:

    -Es mucho lo que hemos oído de este humano pero no podemos tomar una decisión sino tenemos pruebas. –Dijo mirándolos y deteniéndose en Makami continúo-. Deberá ser juzgado, si es culpable será castigado y llevado al Jigoku en lugar del Yomi para que ahí sufra por todos sus terribles crímenes. –Todos los Kamis estuvieron de acuerdo-. Makami tu como el kami de la justicia serás el encargado de llevar a cabo su juicio, ve y cumple con tu deber sagrado.

    -Makami bajo a la tierra y con sus poderes ubico al guerrero, encontró una cueva cerca de donde él estaba, con su poder provoco una fuerte tormenta y después tomo la forma humana de una joven mujer. –Reika los miro para después continuar-. Deben saber que cuando Makami se presenta ante un humano al que debe juzgar pierde el sentido de la vista ya que considera que la vista te puede influenciar y te lleva a juzgar mal a los demás porque te dejas llevar por las apariencias. El guerrero no tardo en encontrar la cueva en donde lo aguardaba el Kami, para él fue una sorpresa encontrar a una hermosa joven que al oírlo entrar se acurruco contra la pared mientras le decía con miedo.

    -Por favor no me hagas nada. –Dijo Makami con voz temblorosa mientras esperaba que este guerrero como otros tantos que había juzgado se abalanzara sobre ella con intenciones deshonestas, en cuanto lo hiciera y le pusiera la mano encima vería su corazón y si era culpable lo condenaría.

    El guerrero saliendo de su sorpresa pudo darse cuenta que la joven que había hecho de esa cueva su casa estaba ciega.

    -Tranquila no te haré daño, no tienes nada que temer. –Dijo con voz suave buscando que dejara de tenerle miedo-. Sé que no puedes verme pero si oírme, me sentare cerca del fuego ¿Estás de acuerdo?

    -Y sin esperar su respuesta se sentó, viendo que la joven no dejaba su postura por miedo a lo que él pudiera hacer empezó a hablarle para que pudiera ubicarlo, primero empezó a hablar sobre la tormenta que estaba cayendo sobre ellos, sobre su caballo Aika. Poco a poco vio que la joven se empezó a relajar. –Y con una sonrisa Reika los miro para después continuar-. Sin saber que su comportamiento estaba desconcertando al Kami, cuando le pregunto si tenía algo de comer pensó que haría algún movimiento así que le dijo que no tenía alimentos, el guerrero le dijo que traía algo de comida en las alforjas, cuando regreso con las provisiones se acercó a ella y con cuidado le puso en la mano un pedazo de pan, para gran irritación del Kami este llevaba guantes por lo que sus pieles no se rozaran. –Al ver la pregunta en los ojos de algunos se dispuso a aclararles el motivo-. Para poder ver su corazón era tan solo necesario un roce por lo que empezó a cuestionarse si este hombre la habría descubierto, por lo que debía de cambiar de estrategia.

    -La tormenta ha pasado. –Dijo el guerrero levantándose y recogiendo todo lo que había en el lugar. Al oírlo el Kami sonrió interiormente pensando que ahora sería cuando no solo intentaría mancillarla sino que también pensaba robarla, así que grande fue su sorpresa cuando él continuó diciendo-. Debemos marcharnos si queremos llegar con luz al campamento.

Nunca pense que serias tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora