64. YAO

5.8K 557 411
                                    


 64. YAO

Recesos de la Nube

-¿Lan... Tian? -repitió sorprendido.

La voz del Primer Jade resonó en el interior del hanshi.

-Es el nombre de nuestro cachorro. ¿Te gusta? Lo ha elegido Lan Zhan -anunció orgulloso y sonriente Wei WuXian.

Lan XiChen dedicó una mirada profunda a su hermano. Vio como su cabeza se movió afirmativamente. Podía comprobar que su hermano estaba más que feliz y satisfecho con aquel nombre.

-Es muy hermoso, WangJi -alabó.

Lan Tian... era sin duda muy adecuado para GusuLan. Rememoraba el propio significado del nombre de su hermano, Lan Zhan. Y sabía que, en realidad, aquel nombre era una declaración dedicada al propio Wei WuXian: su hermano consideraba que junto a su caótico omega, estaba en el Cielo y su cachorro era un regalo del mismo Cielo.

-Aunque a mí me gustaba A-Tuzi... -señaló de repente Wei WuXian con un suspiro.

Lan XiChen negó con la cabeza vehemente ante aquel comentario mientras Lan WangJi contenía la respiración. A ninguno de los dos Jades les hizo gracia aquellas palabras.

-... pero A-Tian es precioso -concedió el omega finalmente sonriendo.

El Segundo Jade depositó un beso en su cabeza y automáticamente, Wei WuXian ronroneó por lo bajo. Lan XiChen sonrió complacido.

-Lan Tian... un nombre inmejorable.

-Bueno... ahora tendremos que esperar a ver qué se le ocurre a Jiang Cheng -dejó escapar con un suspiro Wei WuXian -. Pero tranquilo, Lan Zhan, no permitiré que llame a nuestro A-Tian nada que provoque una desviación de qi a Tío Lan QiRen.

Un extraño silencio se impuso entre los tres. Lan XiChen arqueó una ceja.

-¿Por qué iba a provocar una desviación de qi a Tío, Hermano Wei? -planteó Lan XiChen curioso.

Después de lo que había ocurrido ante el Consejo de Ancianos y posteriormente en su morada, empezaba a considerar que su Tío era totalmente inmune a las desviaciones de qi por mucho que protestara o las mentara... y que, si alguien podía llegar a provocarle una en el futuro, no sería su cuñado Wei WuXian. Sería su pareja, Jiang Cheng.

Wei WuXian se rio por lo bajo.

-El especialista en nombres extraños es él, no yo, Zewu-jun... quedas avisado de que es capaz de llamarlo Lan Baozi.



Jiang Cheng se sumergió en la tina repleta de agua tibia. Una cosa había que reconocer y alabar de GusuLan: su servicio era efectivo y rápido, dispuesto a complacer las peticiones que sus invitados realizaban para que la estancia en su hogar fuera lo más cómoda posible... dentro de la austeridad que caracterizaba a aquella Secta.

Todo su cuerpo se estremeció ante el contacto con el líquido. Respiró profundamente.

-¡Maldito A-Huan! ¡Has dejado marcas por todo mi cuerpo!

Al tiempo que decía aquellas palabras, se imaginó al Primer Jade sonriendo burlón mientras se acercaba hacia él y besaba suavemente cada una de las marcas que había dejado sobre su piel envolviéndolo en un abrazo poderoso y pegajoso.

No necesitó un espejo para saber que sus mejillas habían enrojecido profundamente ante aquel pensamiento.

Resopló. Echó la cabeza hacia atrás hasta recostar su nuca sobre el borde de la tina y cerró los ojos. Necesitaba unos instantes de paz y ordenar todas sus ideas.

CortesíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora