49. REGALO
Recesos de la Nube
Los ojos dorados de Lan WangJi escrutaban a Lan XiChen a conciencia. El Primer Jade abrió los ojos desorbitadamente ante aquella pregunta. Casi sintió que un abismo se abría a sus pies.
Porque en realidad no se había planteado que tuviera que contestar tan pronto una cuestión como aquella... y menos ante su hermano. Notó una profunda carraspera en la garganta.
-¿Qué?... Bueno... es... yo... nosotros... verás... él... -titubeó.
Lan WangJi arqueó una ceja. Sus ojos dorados rodaron. Suspiró largamente.
-Desvergonzados.
Lo último que hubiera esperado Lan XiChen era aquella palabra de labios de su hermano menor.
Hubiera esperado una riña, una mirada de desprecio, de molestia, un gruñido. Cualquier cosa menos aquella palabra. Sus ojos se abrieron de par en par. Por unos instantes su boca se movió sin pronunciar palabra estupefacto. Y de repente, toda la calma y saber estar por el que era famoso, se evaporó y exclamó:
-¿¿¿Cómo que desvergonzados??? ¿¿Acaso no hicisteis vosotros lo mismo???
-Diferente.
-¿Diferente? ¿¿¿En qué fue diferente??? ¿¿¿En que erais alfa y omega??? ¿¿¿En que lo hicisteis fuera de los Recesos de la Nube???
Lan XiChen hubiera jurado que los labios de su hermano menor se curvaban levemente.
Pero no pudo reclamar más explicación. La atención de Lan WangJi se volvió hacia un costado. El Primer Jade siguió la dirección de la mirada de su hermano... y vio ni más no menos que a Jin Ling mirándolos boquiabierto.
-¡Zewu-jun! ¡HanGuang-jun!
El Joven Líder de Lanling Jin se inclinaba ceremonioso evitando el contacto visual para saludarlos mientras sostenía una caja dorada y blanca entre las manos. Y fue gracias a aquel gesto que Jin Ling no pudo apreciar la expresión de puro pavor que emergió del Primer Jade en cuanto escuchó su voz... porque acababa de asistir en vivo y en directo a la destrucción de la perfecta máscara que Lan XiChen portaba ante el mundo de personificación de la amabilidad y templanza.
-J... Joven Maestro Jin... ¿qué... qué haces aquí? –preguntó intentando sonar con aplomo.
-Zewu-jun... HanGuang-jun... si... bueno... yo... es que... he venido a entregar un regalo a Wei WuXian... ¿es inconveniente? –acabó respondiendo entre balbuceos incómodos.
Lan XiChen no respondió de inmediato. ¿Cuánto hacía que Jin Ling estaba ante ellos escuchando y contemplando la escena que acababan de protagonizar?
Y antes que llegara a contestar la pregunta de Jin Ling, el eco de un grito de un omega demasiado conocido sonó en el interior del jingshi.
-¿Qué? ¿Arrodillarnos? ¿Delante de las tablillas? –repitió Wei WuXian asombrado con la mirada alzada hacia Jiang Cheng.
-Por supuesto, te recuerdo que no estuvieron presentes en tu supuesta boda, aquí en GusuLan –puntualizaba Jiang Cheng con ceño fruncido -. Tu alfa debería haberme pedido tu mano a mí, que soy tu hermano, no apoderarse de ti impunemente. Porque vamos a ser realistas, ¿cuántos años se supone que tienes? ¡No voy a contar en absoluto esos trece años que pasaste muerto porque no los has vivido, así que olvídate de pensar que sigues siendo mayor que yo! –remarcó autoritario -. Y claro está, encima en el cuerpo de ese loco que era poco más que un adulto y encima un omega... ¡no, no y no, a mí era a quién debía dirigirse para pedir tu mano, no hacerte suyo porque le vino en gracia vete a saber dónde y no necesito que me lo expliques!
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Cortesía
FanfictionLa inesperada presencia de Lan XiChen en una Conferencia de Cultivación en Lanling Jin junto a su hermano Lan WangJi y la ausencia de Wei WuXian en la misma, hacen que Jiang Cheng, el orgulloso líder de Yunmeng Jiang, se pregunte qué oculta GusuLan.