Cortesía

43. DECISIÓN

43. DECISIÓN

Recesos de la Nube

-¿Matrimonio? ¿La Señorita Yu ZiShu?

Lan QiRen asintió con un único cabeceo. Lan XiChen sintió que el suelo se abría a sus pies. El pavor que empezó a experimentar fue inimaginable. No. No podía perder a Jiang Cheng. Ahora no. Había esperado demasiado.

El aroma a sándalo de Lan WangJi inundó la morada de Lan QiRen en aquel mismo instante. La mano de Lan XiCHen, que aún sujetaba la muñeca del Segundo Jade, notó cómo este se estremecía. Su hermano estaba reaccionando a aquellas palabras. No deseaba aceptar aquella propuesta. De hecho, se negaba a aceptarla. Y estaba enfureciéndose por momentos.

-WangJi, espera. Antes debo decir algo más –indicó Lan QiRen manteniendo la calma ante el inminente estallido de sobrino.

Lan XiChen no era el único que había reconocido la furia que empezaba a embargar al Segundo Jade. Un silencio tenso se impuso en aquel momento.

-Puedes decidir aceptar o no, XiChen.

-¿Cómo? –preguntó conmocionado.

-Elegir. Por mucho que el Consejo de Ancianos tilde a esta posible unión como adecuada para GusuLan, no deseo que te veas obligado a aceptarla. He convenido con el Consejo de Ancianos que será tu decisión aceptar o no. Por eso ha venido Yu ZiHuo. Quiere una respuesta.

El aroma de Lan WangJi se apaciguó ante las palabras de su tío.

-Eres el Líder de GusuLan. Pero también eres mi sobrino. Llevas años al frente de nuestra Secta. Has antepuesto siempre el bien de la mayoría a tu propia felicidad. Y no puedo permitir que vuelvas a sacrificar algo tan importante como tu futuro, tu corazón. He visto durante años llorar a WangJi por su corazón. No quiero que tú también te sientas desdichado por las decisiones del Consejo de Ancianos. Traicionaríamos el espíritu del Clan Lan. La cinta que luce en tu frente debe ser para tu pareja destinada, como lo fue en su momento la de tu padre o como lo ha sido la de WangJi. Por mucho que me desagraden las elecciones que podáis tomar, nuestra cinta sólo la merece aquel que es merecedor de nuestro corazón. Ese es el espíritu del Clan Lan. Ese es el espíritu con el que se fundaron nuestras enseñanzas con Lan An.

Ambos Jades se quedaron sin habla, contemplando fijamente a su tío. El hombre que realmente les había hecho de padre y madre, el hombre que siempre les había inculcado desde la cuna el espíritu de GusuLan. Había sido firme, había sido severo. Pero siempre había actuado intentando protegerlos. Tal vez sus intenciones y sus métodos hubieran chocado totalmente con los deseos de sus sobrinos. Pero siempre había intentado hacer lo que consideraba correcto. Lan QiRen dirigió su mirada hacia Lan WangJi en aquel preciso instante.

-¿Entiendes por fin por qué acepté a Wei WuXian como tu compañero, WangJi? Aunque sea el caos encarnado. Aunque sea un cultivador demoníaco. Aunque rompa cuantas reglas existan en nuestro muro de la disciplina. Todos nuestros antepasados hasta Lan An, nuestro ancestro, se retorcerían en sus tumbas si hubiera provocado que por seguir tu corazón finalmente, te hubiera obligado a abandonar el Clan Lan y nuestra Secta. Y es por eso que decida lo que decida XiChen, aceptaré y defenderé su decisión ante el Consejo de Ancianos. No contestes ahora. Medita la propuesta. Pero por favor, no la aceptes por obligación. Cuando tu cinta se desate de tu frente, debe ser porque estés ante tu pareja destinada, no por una decisión del Consejo de Ancianos.

Lan WangJi se levantó y con una impecable postura, ejecutó la reverencia más formal y más profunda que había realizado en toda su existencia. Su hermano mayor lo miró aún hundido en la perplejidad.

-Gracias, Tío.

Lan QiRen suspiró profundamente.

-Medita, XiChen. Tienes tiempo. No daré una respuesta inmediata al Líder de Meishan Yu ni al Consejo de Ancianos.