Cortesía

42. PROPUESTA

42. PROPUESTA

Recesos de la Nube

-¡A-Cheeeeng!

El aroma a canela dulce, amaderado y suavemente picante de Wei WuXian inundó el hanshi. Un omega enlazado sólo dejaría escapar su aroma sin la presencia de su alfa por una razón: su instinto de proteger a alguien muy cercano y calmarlo, hacer que se sintiera bien, alegrar sus pesares... alguien que considerara su familia.

Jiang Cheng lo olió. Por unos instantes recordó a su hermana Jiang YanLi cuando estaba embarazada, cuando estaba preocupada porque estaba reconstruyendo su Secta completamente solo y afrontaba cuantas adversidades se encontraba orgulloso y sin pedir ayuda a nadie una vez que Wei WuXian había abandonado Yunmeng Jiang y se había exiliado con los Wen supervivientes en la Túmulos Funerarios, no porque se pareciera, sino por la sensación de calidez que lo envolvió.

Por aquel entonces, cada vez que acudía a visitar a Jiang YanLi para interesarse por su futura maternidad, su hermana acababa abrazándolo como había hecho desde que eran niños, demostrándole que estaba allí para ayudarlo en lo que necesitara y reconfortarlo.

Por mucho que Wei WuXian fuera un omega en aquel momento, le seguía chocando que se comportara de aquella manera. Toda su vida lo había considerado un alfa. Y no pudo evitar enrojecer escandalosamente aunque intentaba sin demasiado éxito empujarlo y apartarlo de sí, colgado de su cuello.

-¡Suéltame! ¡No soy tu alfa!

-¿¿¿Qué te ocurre??? ¿¿¿Estás enfermo??? ¿¿¿Te vas a morir???

-Oh, oh -se le escapó a Lan XiChen al darse cuenta que estaba en el inicio de un nueva estallido del omega embarazado... y esta vez el objetivo de su berrinche no era su cachorro, si estaba perdiendo la línea porque comía sin parar, se levantaba pronto o si le gustaban las verduras... ahora era Jiang Cheng.

Y algo peor... Lan WangJi no estaba allí para calmarlo.

-¿¿¿Pero es que todo el mundo quiere matarme??? ¿¿¿Y cómo te has enterado que estaba aquí??? –protestó.

-Yu ZiShu me lo dijo –declaró Wei WuXian con el rostro hundido entre el cuello y el hombro de Jiang Cheng.

Yu ZiHuo, que contemplaba la escena con una expresión entre curioso y escéptico después que Wei WuXian lo hubiera apartado de un empujón para pasar, dio un bote al oír la declaración del Patriarca Yiling sobresaltado.

-¿Qué? ¿Mi hermana? ¿Cómo? ¿Cuándo?

Pero Wei WuXian lo ignoró, concentrado en Jiang Cheng que intentaba desesperadamente que lo soltara sin lograrlo porque no osaba aplicar fuerza sobre el omega y hacerle daño.

-¡Maestro Tao Cai! –exclamó el omega sin soltar al Líder de Yunmeng Jiang con expresión preocupada.

El Médico no podía más que amagar una sonrisa divertida. Cuanto más avanzaba su embarazo, más omega se comportaba Wei WuXian.

-Tranquilo, Maestro Wei. Es sólo que está cansado.

-¿Cansado? –y de repente miró a Lan XiChen frunciendo el ceño -. ¿Qué le has hecho para que esté cansado, Zewu-jun?

-¿Quién? ¿Yo? –respondió con sorpresa.

-¡Él no ha hecho nada, alcornoque! –replicó Jiang Cheng.

-¿Tío cansado? –repetía Jin Ling incrédulo.

-Maestro Wei, el Líder Jiang sólo necesita unos días de tranquilidad, no es nada más –abogó el médico intentando calmar al omega.