7. IDEA

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7. IDEA

Dos semanas después, Conferencia de Cultivación, Torre JinLin

El eco de un abanico cerrándose de un golpe atrajo la atención de Lan WangJi. El Segundo Jade se volvió hacia el sonido que había escuchado nítidamente a su espalda. Ante él apareció la figura demasiado conocida de Nie HuaiSang, Líder de Qinghe Nie. Ambos se saludaron ofreciéndose las manos cortésmente.

-HanGuang-jun.

-Líder Nie.

Nie HuaiSang sonrió. Su abanico volvió a abrirse con un golpe suave de muñeca.

-Deseaba hablar contigo, HanGuang-jun.

Por el simple hecho que Lan WangJi ni lo interrumpió ni lo dejó con la palabra en la boca y se mantuvo estático ante él, fue la confirmación para Nie HuaiSang que podía continuar hablando.

-Mmm.

-Esperaba que el Hermano Wei viniera contigo a la Conferencia... pero la sorpresa ha sido que ha venido Zewu-jun y no él. Me alegro que vuelva a retomar sus obligaciones como Líder. De todas formas, deseaba solicitaros que vinierais hasta Qinghe. Como ya sabes, el cementerio donde reposan los restos de mi hermano y aquella maldita escoria está lleno de energía resentida. Tal vez el hermano Wei pueda ayudarnos a lidiar con ella.

Lan WangJi seguía estático, como una estatua de jade.

-No. Wei Ying no puede ir –respondió sin más misterioso.

-Bueno, obviamente no es para que acudáis ahora, pero ya sabes que GusuLan, Yunmeng Jiang y Qinghe Nie vigilan dicho cementerio... es responsabilidad de todos y...

-No –reiteró seco -. Wei Ying no irá.

Nie HuaiSang frunció el ceño. Aquella negativa era lo más extraño que jamás había oído proviniendo de Lan WangJi, famoso durante años por acudir en ayuda de quien fuera y donde fuera, sin importar si adquiría fama o prestigio para su Secta o repercutía en ganancias para la misma.

-Si es necesario, Qinghe Nie está dispuesto a pagar por vuestra asistencia –afirmó serio -. Nos beneficiará a las tres Sectas.

-No –reiteró Lan WangJi.

Nie HuaiSang se quedó mudo por unos instantes. Era lo último que esperaba obtener. Una negativa tajante.

-Puedo esperar –insistió.

-No. Wei Ying no irá.

Y sin más, Lan WangJi saludó, se dio la vuelta y se alejó, dejándolo anonadado. HuaiSang tardó en reaccionar. Frunció el ceño. Agitó la cabeza como si apartara una molestia de la misma. Y de repente escuchó una voz afilada y desafiante a su espalda, con un toque de burla.

-Vaya, nunca habría esperado semejante contestación de HanGuang-jun. ¿Qué le has hecho, Nie HuaiSang?

Se volvió. La figura violeta de Jiang Cheng se perfiló a su espalda, seguido de dos de sus discípulos.

-¿Hacerle? Nada. Tal vez tenga que plantearlo de otra manera, de forma oficial en la Conferencia para que acceda a mi demanda.

-¿Serías capaz? No he visto a HanGuang-jun muy por la labor de ceder.

Nie HuaiSang estudió con detenimiento la cara de Jiang Cheng. Abrió el abanico con un movimiento de muñeca.

-Parece que te divierte la situación, Jiang Cheng.

-No me malinterpretes, Nie HuaiSang. Sólo soy un mero observador de la situación por accidente, no pretendía espiar –respondió burlón -. Aunque te sugiero que uses tu intelecto. Forzar a HanGuang-jun a hacer algo cuando está Wei WuXian relacionado, no es de su agrado. ¿Acaso pretendes comprobar hasta qué punto Wei WuXian sigue controlando la energía resentida en su nuevo cuerpo? ¿No tuviste bastante en el Templo de Guanyin?

CortesíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora