Cortesía

27. INTERROGATORIO

27. INTERROGATORIO

Recesos de la Nube

-Lan Zhan -llamó.

Lan WangJi observó atento a su omega, que se pegaba desvergonzado a su cuerpo, mientras acariciaba gentil su espalda.

-Mmm.

-Lan Zhan –volvió a llamar.

-Mmm.

-Jiang Cheng dijo que el segundo nido debía hacerlo en el Muelle del Loto, no en el hanshi. ¿Tú qué opinas? –planteó Wei WuXian con los ojos entrecerrados y la frente apoyada en el cuello de su alfa.

Lan WangJi arqueó una ceja. La sola idea de que su esposo pudiera salir de los Recesos de la Nube en su estado lo desagradaba profundamente. Si además mencionaba a Jiang Wanyin en la misma frase, su malestar se agudizaba hasta límites insospechados.

-Prefiero que no.

Fue tan directo y contundente en la respuesta que Wei WuXian levantó la cabeza de golpe y lo miró sorprendido.

-¿No? ¿En serio? ¿Por qué te cae tan mal? Nunca me lo has dicho.

El Segundo Jade inspiró profundamente.

Por supuesto que le caía mal. Aunque más bien era una animadversión mutua, que se remontaba precisamente... al momento en el que Wei WuXian volvió a aparecer tras pasar tres meses desaparecido en los Túmulos Funerarios y habían acorralado a Wen Chao.

En aquel momento, Jiang Cheng y él pasaron de aliados a antagonistas después de haber luchado codo con codo persiguiendo a Wen Chao y Wen ZhuLiu. En el momento en el que Jiang Cheng hizo prevalecer su posición como Líder de Yunmeng Jiang y había impedido a Lan WangJi llevarse a Wei WuXian hasta los Recesos de la Nube en cuanto descubrieron el desarrollo del cultivo demoníaco.

Con los años había entendido que aunque hubiera conseguido llevarse a Wei WuXian hasta su hogar, no hubiera conseguido apartarlo del cultivo demoníaco, que era la única fuente de cultivo que en aquel momento el cuerpo original de Wei WuXian podía permitirse después de ofrecer secretamente su propio núcleo dorado a Jiang Cheng.

Pero en la mente de Lan WangJi, aquello hubiera importado poco: hubiera evitado que su preciado Wei Ying sufriera tanto y que muriera de aquella manera tan horrible.

Además, desencuentros entre el Líder de Yunmeng Jiang se habían producido una y otra vez durante la Campaña para derribar el Sol, cuando según su parecer, a Jiang Cheng no le importaba que Wei WuXian al utilizar su potencial demoníaco para vengarse de los Wen, retorciera y oscureciera cada vez más su carácter sin que nadie lo evitara. Las discusiones que había mantenido con ambos durante aquella época habían hecho eco en todo el frente de batalla, y lo que más le molestaba era aparte de aquella aparente falta de preocupación por las consecuencias que acarreaba a Wei WuXian utilizar la energía resentida, la frase con la que siempre Jiang Cheng golpeaba cualquier discusión con Lan WangJi: Wei WuXian no es de tu secta.

Que rompiera con Wei WuXian y lo echara de Yunmeng Jiang, aunque con el tiempo supiera que había sido una especie de acuerdo entre ambos y los hechos que desencadenaron las tragedias del Sendero de Qiongqi y el Baño de Sangre de la Ciudad Sin Noche más el consecuente Primer Asedio a los Túmulos Funerarios que había sido el mismo Jiang Cheng quien lo había dirigido, no había hecho más que ensombrecer su relación con el Líder de Yunmeng Jiang.

Porque Lan WangJi sentía que si su amado había muerto una primera vez, era en parte culpa de Jiang Cheng. Y la fama que había adquirido el Líder de Yunmeng Jiang persiguiendo a cualquier cultivador demoníaco durante trece años, no ayudaba. Mientras él lloraba día y noche por su amado, buscando incansable con su guqin una respuesta de su alma, Jiang Cheng se dedicaba a perseguir a cualquiera que fuera un posible candidato a ser Wei WuXian reencarnado. Era por ello que en cuanto se había dado cuenta de que en el cuerpo de Mo XuanYu estaba el alma de su Wei Ying, su decisión había sido irrevocable: no volvería a perderlo. No volvería a dejar que le hicieran daño ni apartarlo de su lado.