Cortesía

65. CIUDAD SIN NOCHE

65. CIUDAD SIN NOCHE

Recesos de la Nube

-Shuoyue contra Sandu -repitió Jiang Cheng como si saboreara cada una de las sílabas.

Su voz se teñía de satisfacción.

-En privado, obviamente -puntualizó Lan XiChen.

-¿Acaso temes que te venza, Zewu-jun? -replicó picajoso sin perder la sonrisa.

El Primer Jade sonrió mientras mantenía a Jiang Cheng abrazado.

-No quiero exponer a la vergüenza de la derrota a mi pareja en público, Sandu Shengshou -indicó.

Ambos se retaron con la mirada a la par que no perdían las sonrisa interpelándose con sus títulos.

-¿Acaso crees que me vencerás, Zewu-jun?

-¿Acaso lo dudas, Sandu Shengshou?

Unas risitas juguetonas se extendieron por la habitación acompañadas por miradas orgullosas. Eran alfas, no podían negarlo y se estaban retando mutuamente.

-¿Nos jugamos quién es el fénix, Zewu-jun?

-Está prohibido apostar -recitó obviando la pregunta.

-¿Acaso no te saltas esas reglas cuando te conviene? No es una excusa, no la acepto -puntualizó Jiang Cheng.

-Por ti, las saltaría todas y cada una sin remordimiento alguno. Pídemelo y...

No acabó la frase. Jiang Cheng estampó sus labios contra los de Lan XiChen, enroscándose en una beso abrasador, violento y posesivo. Mordisqueó el labio del Primer Jade y gruñó suavemente mientras su mano se enredaba con los cabos de la cinta del mismo.

-¿Mi orgulloso loto sigue en celo? -siseó el Líder de GusuLan.

-Por tu culpa -acusó -. Si no dejaras de envolverme en tu delicioso aroma a sándalo y vainilla, no desearía tanto devorarte. Pero voy a vencerte, Líder de GusuLan.

-No voy a ser suave, Líder de Yunmeng Jiang.

Un coro de carcajadas estalló sin más.

-... pollooooo...

La voz en sueños de Lan Jingyi interrumpió a Lan QiRen mientras despotricaba indignado. Tao Cai no pudo evitar sonreír divertido y dedicar una mirada hacia el joven discípulo.

-La verdad es que un poco de pollo para crecer más no le iría nada mal... este sobrino-nieto mío no ha salido muy Lan me temo...

Lan QiRen arqueó una ceja.

-¿Cómo dices? Por supuesto, y Sonrisa del emperador también -replicó sarcástico -. Jingyi es un Lan, por muy escandaloso y desastre que sea, de la cabeza a los pies. Y eso no es discutible -puntualizó indignado.

Tao Cai rodó los ojos resoplando. Se volvió y se alejó hacia la mesa que presidía su morada.

-No hay duda que es un Lan, sólo te pones tan protector cuando se trata de alguien que sea de tu familia.

La expresión de Lan QiRen se ensombreció en una mezcla de ofensa y enfado.

-Mentir no está permitido -replicó sin más.

El médico se volvió al instante.

-¿Mentir? ¿Acaso no son ciertas mis palabras? Has antepuesto toda tu vida a tu familia por encima de cualquier otra consideración, no tienes derecho a rebatirme -puntualizó.