44. CELO

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44. CELO

Recesos de la Nube

Jiang Cheng dedicó a Lan XiChen una mirada turbia mientras su respiración sonaba agitada. El Primer Jade lo miraba asombrado. Ahora empezaba a entender todas aquellas explosiones de posesividad que estaba demostrando. Y aunque él fuera otro alfa, sabía perfectamente que aquello era una innegable muestra de que Jiang Cheng lo había aceptado como enteramente su pareja. No quería que nadie se acercara a él. No quería que un rival pudiera marcarlo. No quería que Yu ZiShu lo hiciera suyo.

-¡A-Cheng! –llamó.

Un gruñido profundo fue la primera respuesta que obtuvo del alfa de Yunmeng Jiang. Debía alejarlo lo máximo posible de los pabellones de invitados de los Recesos de la Nube. Porque Yu ZiShu, una omega, estaba presente en ellos. Si el celo de Jiang Cheng se desataba por entero y Yu ZiShu andaba cerca, el peligro de provocar que su instinto lo llevara a enlazarse con ella era muy real.

-¡No estoy en celo! –negó categórico Jiang Cheng.

Frunció el ceño. Por mucho que lo negara, sabía lo que le ocurría. Lo evitaría como fuera. Se llevó la mano al interior de su túnica y sacó un talismán. Concentró su cultivo en él hasta que este ardió con una luz azulada y tomó forma de una mariposa de un luminoso color blanco. La mariposa salió disparada hacia el sendero que unos instantes antes habían tomado.

La mente de Lan XiChen empezó a correr a toda prisa. En GusuLan apenas había omegas. Wei WuXian no corría peligro de atraer en absoluto a Jiang Cheng, no sólo porque aunque lo negara públicamente lo consideraba su hermano, sino porque estaba enlazado con su hermano y estaba embarazado, ningún alfa que se preciara se sentiría atraído por él.

En una Secta como la suya, con una mayoría de alfas y betas aplastante, sólo se le ocurría un lugar donde podía llevar al Líder de Yunmeng Jiang. Un lugar que lo mantendría lejos de cualquiera.

Su espada Shuoyue salió disparada de su vaina y se mantuvo estática flotando en el aire. Lan XiChen tiró de Jiang Cheng y lo agarró por la cintura, manteniéndolo contra su cuerpo mientras saltaba sobre la espada, que se elevó rápidamente por encima de los árboles.

Jiang Cheng no se revolvió ante aquel abrazo; al contrario, volvió a gruñir de profunda satisfacción cuando notó el abrazo del Primer Jade y volvió a acomodar su rostro contra su cuello.

-A-Huan... hueles bien... dijiste que no volabais en los Recesos.

Lan XiChen no contestó. Pero su poderoso y fuerte brazo aún se ciñó más alrededor de Jiang Cheng.

-¿Por qué no me dijiste que estabas a punto de entrar en celo?

Un nuevo gruñido fue la respuesta. La mano izquierda de Jiang Cheng se enroscó en su cuello.

-¡Tonterías! ¡Aún faltan días!

-¿Faltan? A-Cheng, estás entrando en celo, sé reconocer las señales.

Jiang Cheng frunció el ceño.

-¡Imposible! –respondió contundente.

Miró hacia el cielo. En cuanto la noche cayera, el celo del Líder de Yunmeng Jiang se desencadenaría totalmente, estaba seguro. Debía darse prisa.



Yu ZiShu se acomodó elegantemente en el pequeño y discreto pabellón al cual Nie HuaiSang la había conducido, no muy lejos de los pabellones de invitados. Sonrió cuando el Líder de Qinghe Nie hizo lo propio ante ella.

-Líder Nie, ¿seguro que quieres escucharme? No me responsabilizo del dolor de oídos que te causaré.

Nie HuaiSang sonrió.

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