Cortesía

30. PERCATARSE

30. PERCATARSE

Gusu

Lan QiRen atravesaba los sinuosos senderos de los Recesos de la Nube. Todos los discípulos, fueran propios o invitados y habitantes de su hogar con los que se cruzaba lo saludaban formales y alguno intentaba incluso evitar cruzarse con él cuando lo entreveía a lo lejos. El mayor de los Lan correspondía digno y serio.

Era extraño verlo en solitario. No lo acompañaba ningún cultivador. Aquello normalmente implicaba o bien algún asunto que sólo quería tratar con Lan XiChen como Líder de la Secta... o implicaba a su familia más directa, fuera el mismo Lan XiChen, Lan WangJi o aquel caos llamado Wei WuXian.

Pero Lan QiRen no se dirigía hacia ninguno de los lugares que normalmente frecuentaban sus sobrinos y el esposo del menor de ellos. Sus pasos se encaminaban hacia la consulta de Tao Cai.

Al llegar ante la morada y a la vez enfermería y consulta de los Recesos de la Nube, una elegante y a la par apartada edificación rodeada de verdes bambús y con abundantes riachuelos que cruzaban a su alrededor, dio unos suaves golpes en la puerta entreabierta para anunciar su presencia y sin esperar, empujó la hoja.

El aroma a decocciones medicinales y hierbas inundó sus fosas nasales. Tao Cai estaba subido en una escalera mientras colgaba diversas matas de hierbas frescas para proceder a su secado y le daba la espalda. El discípulo que lo estaba ayudando pasándole las matas una a una, al ver aparecer al mayor de los Lan, efectuó una profunda reverencia que provocó que la atención del médico se volviera hacia la entrada.

-Maestro Lan... ¿a qué debemos tu visita? –preguntó bajando de la escalera.

El semblante de Lan QiRen aún parecía más serio y agrio que de costumbre.

-Deseaba tu reporte sobre el omega de WangJi.

-Ah... el Joven Maestro Wei... está perfectamente –anunció una vez que se paró ante su visita y con una seña con la cabeza, ordenaba a su discípulo que los dejara solos.

Lan QiRen esperó a que el discípulo abandonara la sala. Tao Cai ofreció con gesto gentil asiento en una mesa próxima. El mayor de los Lan aceptó la cortesía y ocupó el sitio mientras el médico hacía lo mismo ante él.

-No deberías estar tan preocupado. Está bien. Y más teniendo que no deja de dar vueltas por los Recesos de la Nube constantemente. Después de su regreso de Lanling, ¿aún temes que se vaya ahora que HanGuang-jun está  aquí para controlarlo?

-Con semejante omega, puedo esperarme cualquier cosa –declaró con un bufido.

-Deberías confiar más en las capacidades de tu sobrino, Maestro Lan. Además, el Joven Maestro Wei ahora está más que entretenido con todos los jóvenes discípulos campando en los Recesos de la Nube.

-Me preocupa más que la presencia de Jiang Wanyin pueda provocar en él.

-¿Acaso crees que el Líder de Yunmeng Jiang podría hacerle daño? –planteó.

El ceño de Lan QiRen se frunció.

-No quiero que nadie perturbe al omega de WangJi. Y la presencia de Jiang Wanyin podría alterarlo.

Tao Cai curvó los labios en una sonrisa.

-Cierto. Pero desde que el Joven Maestro Wei sabe que espera un cachorro, no ha utilizado cultivación demoníaca. El Líder de Yunmeng Jiang no osaría hacerle daño, sabe que ahora ya no pertenece a su Secta.

-¿Y su núcleo dorado?

-Teniendo en cuenta quién es y lo que ha trabajado para desarrollarlo, perfectamente. No te preocupes por ello, Maestro Lan. HanGuang-jun está con él.