Cortesía

26. OBJETIVOS

26. OBJETIVOS

Recesos de la Nube

Lan WangJi dedicó una mirada a su omega, que lo observaba curioso y expectante a partes iguales. Nunca había sido dado a expresar emociones y sentimientos y cuando comunicaba pensamientos, acostumbraba a ser muy conciso y parco en palabras. Pero quien reclamaba ahora una explicación era su amado.

Evidentemente, Wei WuXian no era Lan XiChen, y aunque empezaba a saber interpretarlo, eso no era óbice para que el omega prefiriera oír su voz a intentar acertar con sus pensamientos.

-Hermano no tiene pareja... por ahora –aclaró.

-¿No tiene pareja por ahora?  -repitió -. ¿Quieres decir que sí que existe alguien que lo atrae?

-Sí.

-¿De GusuLan?

Negó con la cabeza.

-No.

Wei WuXian frunció el ceño pensativo.

-¿Y sabes quién es?

El Segundo Jade pareció meditar si era apropiado contestar o no a la pregunta. Pero era su omega quien preguntaba, no concebía mantener secretos con él a aquellas alturas. Wei WuXian era plenamente consciente que entre los dos hermanos existía una complicidad extraordinaria. Lan WangJi era posiblemente el único que había escuchado pacientemente sus pensamientos mientras permanecía en reclusión desde el momento en el que habían vuelto a los Recesos de la Nube y él había sido aceptado como su esposo y compañero de cultivación.

-Sí.

-¿Y me lo vas a decir?

El alfa respiró profundamente.

-Sí.

-¿Y es...? –reclamó con voz seductora, en parte divertido, en parte curioso, en parte emocionado: su alfa iba a ¡cotillear con él! ¡Adiós a una de las reglas de GusuLan! ¡Está prohibido hablar a espaldas de otras personas iba a saltar por los aires de boca del propio Lan WangJi!

-Jiang Wanyin.

Wei WuXian lo miró fijamente. Como si no hubiera oído bien.

-Espera... creo que el youtiao hace que sufra alucinaciones auditivas –dijo dejándolo sobre el plato cercano -. Repite eso.

-Jiang Wanyin.

El omega empezó a reír desaforadamente. Tanto que tuvo que sujetarse el estómago debido a las carcajadas mientras Lan WangJi esperaba paciente a que su ataque de hilaridad remitiera.

Cuando su esposo fue calmando sus risas y tras enjuagarse las lágrimas que se agolpaban en sus ojos, fijó la mirada sobre su alfa.

-Qué bromista eres, Lan Zhan. Zewu-jun no puede haberse fijado en Jiang Cheng. Imposible.

El Segundo Jade esperó estoico a que se calmara.

-Mmm.

El omega frunció el ceño sorprendido.

-No... no es posible. Zewu-jun no puede haberse fijado en Jiang Cheng y sus malas pulgas.

-Se fijó –fue la respuesta contundente de Lan WangJi.

-¿Me estás diciendo que mi Jiang Cheng, Jiang Wanyin, el orgulloso Líder de Yunmeng Jiang, Sandu Shengshou, alias voy a romperte las piernas, irascible, orgulloso y gruñón, es el amor de Zewu-jun?

Lan Wangji asintió.

-Hermano lo eligió.

-¿Tan mal gusto tiene?