❝𝐂𝐔𝐏𝐈𝐃𝐎❞ [𝐽𝑖𝑛𝑆𝑜𝑛]

10. Manzana Dorada

Ubicación: El Panteón, Monte Olimpo.

La tensión de ambas mujeres causaba un poco de temor en los demás dioses presentes.

— Entonces...¿eso es todo?.— preguntó Poseidon a su hermano.

— Suena estúpido, lo sé. Pero ambas lo han tomado como un reto, y temo que esto se vaya a una guerra.— respondió Zeus sentado desde su trono vigilando que ambas diosas no se movieron de su lugar donde las col
.

— ¿Me estás diciendo que hacen tanto escándalo por una simple manzana dorada?.— preguntó Nix de brazos cruzados.— Tengo trabajo que hacer, esto es una perdida de tiempo.

— Nadie se larga de aquí hasta que aparezca el culpable de esto.— advirtió Zeus con un semblante serio pero a la vez una cara llena de fastidio.

an trabajo que hacer, y se estaban atrasando por el capricho de aquellas dos diosas. Entre ellos estaba Apollo junto a su hermana, ambos se encontraban sentados observando al
igual que todos aquel fruto que ocasionó la pelea.

— ¿Cómo haz estado?.— preguntó en susurros Artemisa.

—Necesito vacaciones, las musas a veces son un dolor de cabeza. Necesito estar detrás de ellas para que no se distraigan.

— No creí que fuera tan difícil tratar a las musas.— su hermana acarició sus cabellos con delicadeza.

Ambos hermanos no mantenían mucha comunicación debido a que se encuentran ocupados pero cada vez que se visiten siempre existirá esa cariño fraternal.

— Es agotador.— suspiró Apollo.

Hermes apareció y corrió hacía Zeus haciendo una reverencia.

— Está aquí.— habló el mensajero.

De pronto, la mirada de todos ahora se clavaban en Cupido quien hizo acto de presencia pero de inmediato Afrodita miró a Zeus enfadada.

— ¡Te dije que no lo llamarás!.— gritó.— ¡Él tiene trabajo que hacer!, ¡este problema es solo de Atenea y mío!.

— ¡Basta, Afrodita!.— gritó Zeus cansado de la actitud de la mujer.— Lo llamé porque es el único que puede calmarte.

Mientras tanto Cupido no comprendía  porque la mayoría de los dioses estaban presentes. Apollo fué el primero en acercarse a él en lo que Zeus discutía con Afrodita.

— ¿Qué sucede?.— preguntó Cupido.

— Afrodita y Atenea quieren comenzar una guerra.

— ¡¿Qué?!, ¡¿por qué?!.— Cupido intentó acercarse a su jefa pero fue detenido por Poseidon.

— Es mejor decirte lo que sucedió, antes de que hagas o digas cualquier cosa que pueda empeorar esto.— dijo Hestia tomando del brazo a Cupido y alejarlo un poco de los demás.

[Momentos antes]

Junto a Afrodita le acompañaban Hestia e Ique quienes trataban de convencerla a bajar a la Tierra.

— Afrodita, ha pasado tanto tiempo que no sales a divertirte. ¿Sigues esperándolo después de todo?.— Ique le miró con preocupación.

— Por supuesto que lo hago. Prometí esperar por él.— respondió alzando un poco de su vestido al pisar los escalones de aquel salón.

— Pero, ¿y si él te olvidó?.— preguntó Hestia.

— No, él me recordara.— respondió con seguridad.— Bajaré en esa fecha.