❝𝐂𝐔𝐏𝐈𝐃𝐎❞ [𝐽𝑖𝑛𝑆𝑜𝑛]

25. La marca de un dios

El dolor de cabeza era demasiada fuerte que terminó por quejarse. Se talló los ojos y lentamente los abrió.

— ¿Q-qué pasó?.

Susurró. En cuanto abrió por completo los ojos cayó al suelo al ver que le estaban apuntando con una flecha.

—Jinyoung, ¡¿qué carajos?!.

— ¡¿Quien eres?!.

— ¡¿De qué hablas?!.

— ¡Responde!. ¡¿Quien eres?!.

— Hyung, creo que debes calmarte. Él ya está bien— intervino Yugyeom colocando sus manos en los brazos de Jinyoung tratando de hacerle bajar el arco.

— Jinyoung, tranquilízate. ¡Despertarás a Jackson!- dijo Bambam señalando al otro chico dormido.

Mark se levantó del suelo y volvió a sentarse en la cama intentando recordar lo que sucedió anoche.

—¿Quien eres?.

Volvió a insistir Jinyoung desapareciendo su arma y ahora mirando solamente a Mark.

— ¿Quién más voy hacer?. Soy ¡Mark Tuan!.

Aún tenía el dolor de cabeza, y la actitud de Jinyoung no ayudaba en nada por lo que se colocó de pie acercándose al buró de su lado y sacando una cajita de pastillas. Desde que comenzaron sus sesiones de terapia ha estado teniendo malestares, juraría que por un momento no tiene control de su cuerpo y al día siguiente no recuerda nada de lo que hizo en las últimas horas, y es después surgen los dolores en cualquier parte de su cuerpo pero generalmente suele ser dolor de cabeza. Por otro lado, Jinyoung no estaba satisfecho con la respuesta por lo que dejó que Mark bebiera de la pastilla y lo tomó del brazo para jalar de él dispuesto a sacarlo de su dormitorio.

— Jinyoung, ¡¿qué es lo que te pasa?!.

— Ustedes dos, vengan. No quiero despertar a Jackson, también hablaré con él en cuanto despierte.

Mark no entendía nada de lo que estaba sucediendo, es la primera vez que ve a Jinyoung tan molesto. Era mejor mantener la boca cerrada hasta llegar a dónde sea que estaban yendo. Bajaron las escaleras y salieron de los edificios de los chicos.

— ¿Q-qué sucedió?.

Preguntó al ver habían cintas policíacas en los edificios de las chicas, y alzó la mirada sorprendiendose que faltaban una gran parte de las habitaciones de las chicas. Una parte del edificio se había teñido de negro debido al fuego, pero afortunadamente nadie se encontraba dentro de las habitaciones afectadas por lo que no había ninguna perdida que lamentar.

— ¿No son las habitaciones de Hwasa y Wheein?.

Jinyoung jaló de su brazo obligandolo a caminar más deprisa. Las clases se habían cancelado, por lo que no habían muchos chicos y chicas en el instituto. Avanzaron más hasta llegar al campo de fútbol, y Jinyoung empujó a Mark sentandolo en una de las gradas.

— ¡¿Cuál es tu problema, Jinyoung?!.

— ¡Mi problema es que tú no eres Mark!.

Gritó tomándolo de la camisa con fuerza y acercándolo a él con la mirada amenazante.

— ¡¿Qué?!. ¡¿Qué mosco de picó?!.

Yugyeom se acercó y jaló a Jinyoung separandolo de Mark. Se colocó en medio de ambos estirando sus brazos para que así ninguno de acercara al otro.

— ¿No es evidente, hyung?. ¡Él no recuerda nada!.

— ¡O simplemente está fingiendo!. ¡Responde!, ¡¿fuiste tu quien quien asesinaste a esos chicos?!.