36. Eros

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Aroma a gardenias, lápiz labial rojizo, cuerpo perfecto y un rostro demasiado hermoso. La belleza femenina en su máximo esplendor estaba sentada en una mesa fuera de la cafetería, ningún chico despegaba la mirada de ella al pasar, los ojos de todos estaban sobre la hermosa mujer.

— ¿Se le ofrece algo más?

La voz del mesero la hizo levantar la mirada del teléfono. Después sus ojos se fijaron a la taza e hizo una ligera mueca, su café se había terminado. Estaba por hablar hasta que sintió un repentino calor, está vez no pediría solo una taza.

— Sí, ¿podrías volver a traerme el mismo café?. Ah, y también una taza de café frappuccino.

— ¿Qué tipo de leche?.

— Almendras.

— Y chispas de chocolate— una segunda voz masculina se hizo presente.

El mesero se giró a mirar al nuevo cliente. Debe admitir que es bastante atractivo, ¿de dónde salían estos chicos tan guapos?. Se giró a mirar a la mujer y al ver que asintió anotó todo lo que dijo.

—  En un momento llega su orden.

— Gracias— sonrieron ambos clientes.

El mesero hizo una ligera reverencia para después marcharse.

— ¿Frappuccino?— rió Jimin jalando de la silla para sentarse frente a la chica.

— ¿No es tu favorito?.

— Lo es. Solo no pensé que lo recordaras.

La chica dejó de lado su teléfono para ahora centrarse en el chico frente a él, colocó sus manos sobre la mesa y los entrelazó.

— Así que...¿hoy es el día?— preguntó el chico.

— Sí.

— ¿Por qué me pediste que viniera?.

— Porque...quiero terminar contigo este ciclo.

Jimin se quitó las gafas de sol y las colocó sobre su cabeza. Mantuvo la mirada sobre los ojos de la chica, ¿en verdad había recapacitado?. ¿En serio iba a dejarlo ir?.

— No te creo—  respondió con seriedad.

— Supuse que no lo creerías. Es por esa razón que pedí que vinieras, para que confirmaras que no iré a buscarlo.

Jimin se mantuvo en silencio, está incrédulo. Conoce muy bien a la chica, y sabe que el amor que siente es más fuerte que cualquier cosa, ¿pensaba renunciar así?.

— No lo haz olvidado.

— No —contestó con un suspiro—. Pero, ¿qué más puedo hacer?. Él murió miles de años atrás...hace tiempo que dejé de sentir su aura, ¿y si realmente no funcionó el hechizo?. Estoy cansada, tengo más cosas en que pensar...y ya no creo poder seguir esperando.

— Cuando dices, más cosas que pensar te refieres a...¿Cupido?.

—  Sí— mordió sus labios ligeramente—, hablo de él.

— ¿Le dirás al fin?.

— Yo...no lo sé.

Jimin negó con la cabeza estando decepcionado.

— ¡No es sencillo, Persef!.

— ¡Lo sé!. Pero, ¿te haz puesto a pensar en que alguien más podría decirle la verdad?.

— ¿Quién más podría hacerlo?. Zeus y Her prometieron no meterse, no es su asunto. Apolo tampoco lo hará, él es quien menos abriría la boca.

— ¿Y su padre?.

❝𝐂𝐔𝐏𝐈𝐃𝐎❞  [𝐽𝑖𝑛𝑆𝑜𝑛]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora