40. Conociendo la verdad

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Cupido se tomó un descanso del trabajo para poder explicarle y manter al tanto de todo lo sucedido a Apolo, quien trataba de analizar todo, pero tampoco le despegaba la mirada a Jackson quien de inmediato se percató que no le agradó para nada, porque tampoco le agradó verlo con Cupido. Si no hubiera visto a Zeus preocupado por lo sucedido y quizás...¿temeroso?, jamás creería las palabras de Cupido.

—Bien, entonces, ¿hijo de Zeus? —preguntó—. Tu aura es igual de fuerte que él.

Se colocó de pie para después examinar cada detalle de él.

—¿Quién es tu madre?.

—Apolo... —murmuró Cupido. La pregunta era incomoda, apenas Jackson sabía quién es su verdadero padre.

—No lo sé —respondió Jackson—. Pero, ¿a qué viene tu pregunta?.

—Tu sola existencia ocasionará una pelea entre Her y Zeus, ¿sabes?. Ellos dos están casados desde hace mucho tiempo, lo que hizo Zeus solamente traerá la ira y el llanto de Her ya que él lo ama. Seguro te querrá muerto.

—Eso si yo lo permito —contestó—. Por supuesto que sé lo que podría ocasionar, no tengo interés en formar parte de su círculo de la amistad y superioridad.

—Lamentablemente ya eres parte de ese círculo —Apolo se giró a mirar a Cupido—. ¿No te ha dicho nada más Zeus?.

—No, no lo he visto desde ese día. Seguro está buscando la manera de decírselo a Her.

Jackson en verdad no le agradaba en nada Apolo, y eso lo sabía incluso antes de conocerlo en persona pues sabía de sobra que Jinyoung tenía sentimientos por él porque de lo contrario no lo miraría con esos ojos, esa mirada que desbordaba admiración y amor. Muy en el fondo, se sintió herido pues el deseaba lo mismo que Apolo estaba recibiendo, y tal parece que todo es mutuo.

—¿Quieres que mi hermana le ayude a practicar el arco? —sonrió de manera burlona—. ¿Por qué no me lo pediste a mi?, o, ¿por qué no lo haces tú?.

—Pienso que Artemisa podría enseñarle muchas cosas. Ella es experta en la caza y no solo quiero que aprenda como utilizar el arco, sino también a como defenderse de criaturas.

—Ya veo —respondió Apolo mirando a Jackson— Y, ¿Atenea?. ¿Crees que ella acepte ser la mentora?.

—Sí, voy a ocupar un favor que me debe     —Apolo frunció las cejas mirando a Cupido. ¿Atenea le pidió un favor a un dios del amor?, ella misma ha dicho que no confía en ellos.

—Vaya, eso es extraño... pero supongo que podría funcionar —se cruzó de brazos pensando en que más podría hacer falta.

Jackson se mantenía quieto en su lugar, se encontraban sentados en una banca, en el parque más grande de la ciudad. Aunque tuviera sus oídos en la conversación de ellos dos, su mente estaba en otras cosas como la pregunta que hizo Apolo, ¿quién era su verdadera madre?, ¿por qué lo abandonó?, ¿por qué nadie nunca le dijo de dónde venía o quienes eran sus verdaderos padres?. Sus padres adoptivos jamás mencionaron nada, ni siquiera su nana, aquella mujer de edad avanzada que solía cuidar de él cuando era niño; sus padres solían irse a su trabajo y de vez en cuando su vecina iba a cuidarlo. Quizás sus padres adoptivos jamás le dijeron nada a su nana.

—Jackson.

¿Y Zeus?, ese dios quien dicen que es su padre ha estado todo el tiempo desde el cielo mirando todo lo que pasaba y ¿nunca tuvo si quiera él más mínimo interés de venir a verlo?. Si los papeles fuesen al revés, jamás permitiría que su hijo se fuese a vivir en la Tierra sabiendo que no es donde pertenece.

❝𝐂𝐔𝐏𝐈𝐃𝐎❞  [𝐽𝑖𝑛𝑆𝑜𝑛]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora