❝𝐂𝐔𝐏𝐈𝐃𝐎❞ [𝐽𝑖𝑛𝑆𝑜𝑛]

42. El escape de Cronos

Ninguno de los cuatro entendían que hacían ahí. Deméter no estaba para nada contenta con la localización ni porque Hades debía estar ahí.

-Poseidón, ¿sabes del por qué Her nos citó aquí?.

-Estoy igual de confundido que ustedes -contestó.

Hace muchísimos años que los seis no volvían a ese lugar... después de haber enfrentado a su padre y tíos. El lugar no cambió mucho realmente, hubo partes que la naturaleza no pudo alcanzar, y quedaban algunas marcas de lo que sucedió hace miles de años atrás. Hestia caminó lentamente, le causaba escalofríos estar ahí y solo quería marcharse cuánto antes.

-Hey Hades, mira lo que encontré -Poseidón se había subido a la copa de un árbol y arrojó lo que parece ser un peluche hecho de hojas y ramas-. ¿No dormías con él cuando eras niño?.

Las mejillas de Hades se sonrojaron de la vergüenza, hace tanto tiempo que no veía a "Holly" porque se había quedado estancando en el estómago de su padre, seguro en la pelea logró sacarlo pero en ningún momento se dió cuenta de ello. Dió una mirada rápida hacía Deméter y ella solo desvió la suya hacía otro lado con las mejillas ligeramente rosadas, fué ella quien le había hecho ese peluche cuando eran niños, ella también llegó a tener un peluche pero no sabe nada de eso ahora. Sin que ninguno de sus hermanos le vieran guardó el peluche y siguió con su camino.

-¿Cuánto tiempo más debemos esperar? -se quejó.

-Oigan, creo que ahí vienen -contestó Hestia.

Enseguida un portal se estaba abriendo, al ver que se trataba de sus otros hermanos los cuatro caminaron hacía ellos. Zeus enseguida notó las expresiones de incomodidad y molestia, se lo advirtió a Her pero él estaba más emocionado por mostrarle el lugar a Jackson.

-¿Por qué nos trajeron aquí?. ¿De qué querían hablar? -Deméter fué la primera en mostrar su molestia.

Hace tiempo que Her no regresaba aquí, el lugar no cambió mucho realmente y lo ocultaron del mapa humano para que ningún mortal pudiera vivir aquí, aparte podría ser peligroso, la madre Tierra abandonó este sitio después de ver a sus hijos siendo arrastrados al Tártaro.

-Alguna vez... me pregunté cuando regresaría aquí -habló Her-. Todo sigue igual... pero con una diferencia, nosotros ganamos -se giró a mirar a sus hermanos.

Los seis traidores se observaron entre ellos. Desde que eso sucedió ninguno fué el mismo, cada uno le tocó luchar con sus propios traumas debido a la guerra y una grieta se formó en su relación como hermanos, en especial del lado de Hades quien nunca estuvo de acuerdo en querer el Inframundo y mucho menos custodiar a su padre y el resto de Titanes que se encuentran en el Tártaro.

-Her... este lugar no es para nada cómodo para ninguno de los seis - interrumpió Hestia-. ¿Por qué nos llamaste?.

Antes de responder esa pregunta el resto de los cuatro hermanos notaron que alguien más salía del portal. Ahora estaban confundidos, ¿qué hacía Cupido ahí?. Hades de inmediato entendió la situación, y solo esperaría a que su hermano le diera la explicación. El dios del amor se sorprendió al ver a los Olímpicos ahí por lo que hizo una reverencia mostrando sus respetos. Se giró hacía Jackson y notó que había cerrado los ojos.

-¿Qué hace él aquí? -preguntó Cupido mirando hacía Hades quien sonrió a manera de burla.

-Soy parte de los seis traidores, ¿lo olvidas? -contestó.

Esto no era para nada bueno, con la presencia de Hades ahí sabía que está revelación sería un problema más adelante. Jackson tuvo la sospecha de quienes se encontraban ahí, por lo que se relajó y en cuanto Cupido le dió un apretón abrió lentamente los ojos. Sí, ahí estaban los cuatro. Debe admitir que estaba más que sorprendido, jamás imaginó que ese libro tuviera tanta razón y existieran, ahí estaban frente a él, los cuatro dioses olímpicos. El resto de los hermanos enseguida notaron el aura que desprendía Jackson, era casi idéntica a Zeus pero también tenía el aura de alguien más.