❝𝐂𝐔𝐏𝐈𝐃𝐎❞ [𝐽𝑖𝑛𝑆𝑜𝑛]

46. Las tres hermanas

Hace tiempo que no dormía tan cómodamente, es como si estuviera abrazando algo tan suave que con el simple roce lo hacía sentirse tan tranquilo, queriendo estar así por más tiempo, pero el deber llama y debía despertarse. Para su sorpresa, recordó que no estaba en su casa en el Olimpo, ni tampoco en su habitación que compartía con Mark, está acostado sobre el brazo de Jackson y con su cara en el pecho del chico. Recordó lo que platicó con él día anterior y ahora sentía vergüenza, ¿cómo pudo contarle tan libremente sus sentimientos?, no es que Jackson no fuera de fiar pero son cosas que prefiere mantener ocultas, lo considera algo íntimo, sus sentimientos son frágiles y que nadie más lo sabe; el dolor y la necesidad de hablarlo con alguien fueron el impulso que hizo abrir su boca, ¿en verdad puede confiar en que no serán divulgados?.

-Mmh.

Alzó la mirada solo para darse cuenta que Jackson tenía marca de saliva sobre la comisura de sus labios y no dejaba de roncar, pero son sonidos débiles que no molestan. Para Jinyoung es una imagen cómica pero también tierna, es tonto ¿no es así?, ¿a quién le parecería tierno ver a alguien con saliva seca y roncando?, pues eso solamente le pasaba al dios del amor. Ahora sus sentimientos pasaron de vergüenza a culpa, ¿cómo pudo decirle que no le agradaba Youngjae por una razón egoísta?, no puede decir que fué culpa del alcohol porque ni siquiera estaba ebrio, quizás el cansancio fué el culpable, pero no, ni siquiera puede engañarse así mismo, esto es algo que necesitaba sacar pero ahora desea que no lo juzguen...o ¿realmente lo merece?, es el dios del amor, debería estar feliz porque hay una nueva pareja destinada, porque hay amor, pero no, lo único que siente es envidia, celos y tristeza, esto último es más fuerte.

Apenas está amaneciendo y ya hay tantas cosas que pensar, sinceramente solo quiere disfrutar de una mañana tranquila así que solo volverá a cerrar los ojos y se mantendrá sobre el pecho de su amigo. Jackson es cómodo, demasiado cómodo para su gusto, ahora que sabe quién es realmente entiende muchas cosas, una de ellas es la belleza que carga, es demasiado perfecto físicamente, bien merecido tiene ese apodo "como un dios" porque eso es lo que es, un dios, y no cualquier dios sino el hijo del rey de los dioses. Sentía pena por él, debe ser realmente duro que la vida que llevaba haya sido una mentira, y que ahora tenga que lidiar con el peso de ser un dios. Lo que hizo Jackson, enfrentarse a criaturas sin tener la más mínima experiencia en armas o combates es admirable, no todos tienen el valor de siquiera moverse por el pánico, fué astuto y congeló sus miedos, sinceramente a Jinyoung le causa un poco de miedo aquellas criaturas porque no son normales de ver por ahí pero debía ser el de mente fría para buscar la solución.

-Jinyoung...-murmuró entre sueños.

Los ojos del mencionado se abrieron para mirarlo, por un momento creyó que ya había despertado pero solo estaba hablando dormido. Mostró una ligera sonrisa, acercó lentamente su mano hacia su cabello dudando de si debería o no quitarlo, pero al final lo hizo, con cuidado alejó un mechón de su cabello pero no sirvió de nada porque nuevamente se colocó frente a los ojos del dormido dios. ¿Por qué siquiera lo dudaba?, lo ha mirado a los ojos, ha puesto su confianza en él e incluso lo salvó del peligro, por supuesto que sus sentimientos estarían a salvo con Jackson, y que no los escucharía de alguien más que no fuera del chico. Dejó salir un suspiro, ese aroma a chocolate lo mantenía relajado pero ahora tenía el antojo de una barra de chocolate, es culpa del dios que sienta tanto deseo de algo dulce cada que están cerca. Centró su mirada en sus labios, estaban ligeramente resecos pero eso no quitaba el hecho de se vieran apetecibles.

-¿En qué estoy pensando? -murmuró Jinyoung sintiendo las mejillas calientes por la vergüenza.

Es su amigo, con el que recientemente le confesó sus sentimientos y su pesar sobre otro chico, ¿cómo puede si quiera pensar en algo más?. Jinyoung ya tenía mejores cosas que pensar como con Apolo y que debería hacer respecto a sus sentimientos con él. Dió un ligero brinco en cuanto sintió a Jackson removerse y se destapó, para su sorpresa la sudadera que llevaba puesta se había alzando dejando ver un poco aquellos abdominales marcados. Oh no, eso que está viendo le hizo recordar que lo había besado frente a los seis dioses más importante del Olimpo, aunque no haya sido en los labios, un beso no se le da a cualquiera y seguro el chisme ya debe estar por todo el lugar gracias a la boca de Poseídon.