44- visita inesperada

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Uy lo que se viene con este capítulo. Jajaja wow me he esmerado muchísimo durante horas. Así que espero montón de votos y comentarios porque me están ayudando muchísimo, aunque no lo sepan. Las amo.


......

Entonces fue en ese momento en que ella se giró, con su carita roja, sus ojos irradiando dolor, y me dijo adiós. Era un "adiós" para siempre, no era un "hasta luego".

Conforme ella caminó para marcharse, mi vista se nubló por unos segundos y me tragué el orgullo. De pronto, mi corazón me dijo: no la dejes ir. Pero mi mente dijo: debes hacerlo por tu bien. Entonces el orgullo me prohibió detenerla, y fue cuando mi valentía la llamó por su nombre:

—Erika.

Ella se detuvo pero no volteó a mirarme. Estaba batallando o era el ojo presente de esta pelea en donde batalla mi orgullo, mi cobardía y valentía.

Mi boca se abrió para expresar lo que quería en el fondo de mi corazón, pero mi orgullo, dignidad y cobardía, le ganaron a mi valentía y al final solo pude decir:

—Independientemente de todo, yo también te deseo lo mejor.

Mi cobardía me tomó por el cuello, mi orgullo me tomó por el brazo y mi dignidad me empujó adentro de la casa, cerrando la puerta por mi.

Y entonces me abandonaron. Me dejaron solo, y la ansiedad me hizo una visita, no era nada bonita, me golpeó la cara y me dijo que era un bueno para nada. Me dijo cosas hirientes, que yo siempre iba a ser un infeliz y que no tendría suerte para el amor. Me tumbó en el suelo y me hizo llorar. Los recuerdos tocaron mi puerta y entraron sin yo darle permisos, hicieron de mi mente un caos y a mi corazón lo estrujaron como un pedazo de papel que no sirve para nada.

En medio de mi llanto, recordar sus palabras, todo lo que me dijo y que al final quise algo y no pude, porque no, es que no puedo, esto va más allá de mi orgullo, es que me duele. Me duele tenerla cerca, como también lejos. Me duele mirarla, me hace odiarla por todo, no puedo olvidar este engaño. Tengo que sanar estas heridas, solo yo puedo hacerlo, pero nadie me dijo como.

Es mejor olvidarlo. Mejores cosas vendrán, no puedo caer de nuevo en un juego, no puedo. Procuraré ser más directo, como lo hice con Lía. Trataré de divertirme más, como lo he estado haciendo. Evitaré caer, como ahora lo hice. Y diré adiós, como ella me lo dijo.

Los chicos tocaron mi puerta, yo ya estaba listo y al menos había pasado mi crisis. Tomé una mochila y abrí la puerta. Ellos estaban como siempre, esperando por mi.

—¿Todo bien? —preguntó Ryan mirándome a los ojos. Se me olvidaba que Ryan es uno de los más analistico, observa todo a su paso.

—Estoy bien, ¿vamos?

Saludé al tonto y al retonto, ya saben, Paul y Henry. No se sabe cuál de los dos es más idiota. Lancé la mochila en el baúl y me subí en el jeep de Ryan, del lado de copiloto. Ryan maneja y los chicos van atrás, ya están tomando pero yo no tengo deseo de tomar ahora.

—¡Wuju! —grita Paul dándole dos palmada a la puerta desde adentro, pero mantienen la mano fuera del jeep.

—¡Paul, no le des a mi vehículo de esa forma! —grita Ryan algo enojado.

—Ay que aburrido.

—No es que sea aburrido, es que te pasa de imbecil.

—Si, tonto —responde Paul—. James, te mandó saludo alguien muy especial —comenta con picardía.

Conquista a mi novioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora