Conquista a mi novio

45- no temas

Hola mis amores, aquí estoy de nuevo. Este ha sido el cap que más me ha costado seguir durante días, así que lean despacio y valoren mucho mi esfuerzo por dar lo mejor. Gracias por todos los comentarios que hicieron en el anterior capítulo, me divertí y me hicieron sentir súper bien. ¿Saben que las amo? Y si son chicos: ¿saben que los amo? Jajajaj gracias por todo.

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Me recupero, o al menos estoy intentando hacerlo, después que William jugara de una forma inteligente para hacerme doblegar bajo sus encantos. Lavo mi rostro y pecho, me siento pegajosa, pero ya sé porque estoy así, y de recordarlo me provoca ciertas emociones que apenas estoy intentando obviar. Después regreso y me pongo la pijama que en algún momento cayó al suelo. Me miro al espejo mientras me visto y por un instante cierro los ojos y pienso en la locura que hice. Sonrío estúpidamente, porque se que era justo después de haberlo dejado con tantas ganas durante un año.

Pongo un pie fuera de mi cuarto y saco mi cabeza para ver si no hay peligro en la costa. Puede ser que haya alguien más que William aquí, no sabemos.

—¿Qué haces? —su voz me sobresalta y me asusto tocando mi pecho, William me mira desde el sofá, su rostro es de total confusión.

—Amm, este... creí que te habías ido, si, eso es.

Vaya, mentir se te da muy bien. Cómo no. Pude haber dicho algo más coherente, cómo que pensé que Lana estaba afuera junto a él, no sé.

—Parecía más, que actuabas para una película de suspenso —se ríe al decirlo—. Ven aquí, tenemos que hablar.

Ah, eso de "tenemos que hablar" es una palabra que me asusta más que cualquier película de terror. Aunque no tengo idea que desea decirme.

Camino hasta el sofá y me siento a su lado. Este voltea hacia mi y me sonríe.

—Aquí estoy, ¿qué vas a decirme?

Ahora aparta su espalda del cojín y separa sus piernas para colocar sus codos en cada rodillas, entrelaza sus dedos y voltea a verme después de unos segundos, su cara no me dice nada bueno. Estoy asustada.

—¿Qué pasa?

Mis piernas tiemblas y las cruzo una encima de la otra para disimular mis nervios.

William me devuelve una mirada dudosa y parece analizar antes de responder. Me tiene comiendo de las uñas, literal.

—Es sobre James.

Y sin más se me va la respiración de solo escuchar ese nombre. James, vaya, casi no lo recordaba, ¿será que se me da bien esto de olvidarlo? Bueno, cuando estuve con Gianni pensé en James pero tambien disfruté. Esta vez, en los brazos de William, James solo llegó un solo momento a mi mente y pude despejarlo, él no tenía porque hacerme retrodecer con algo que yo ya estaba deseando. Pero estuvo mal, capaz que William me diga que son amigos nuevamente y esto me haga sentir peor.

—Por tu cara, distinto que no te ha caído bien mi mención sobre su nombre.

Trago seco, juro que la saliva no quiere pasar por mi garganta.

—Ah, pensé que era sobre algo más importante.

Ja, toma esa James, como hubiese gustado decírtelo en tu cara para que veas que de que te olvido, te olvido.

William sonríe y oculta su boca con su gran mano. Si, gran mano.

Ya Erika, olvida lo que hizo con ella.