Conquista a mi novio

24- cambio de humor

—¿Todavía te sientes avergonzada? —inquiere en mi oído, ambos desnudos, porque luego de llegar al cuarto don James seguía tan ardiente e insatisfecho, y ya saben que insiste mucho, y yo pues…  bueno, seré sincera, yo soy igual o peor que él. Ya estoy jodida como sea.

—Ya nos vieron a ambos, no sólo yo tendré pena de lo ocurrido, como dijo Paul “lo que pasa en el monte, se queda en el monte”.

Ambos nos reímos y me abraza fuerte contra su pecho, besa mi frente y el calor de su cuerpo me envuelve. Se siente bien estar en sus brazos. No sé que pasará luego, si Eva descubre todo esto, pero creo que estaré preparada para enfrentarme a las consecuencias de mis actos. Además se lo dije muchas veces, algún día él querría estar con ella, no se iba a aguantar tanto. ¿Quién en su sano juicio lo haría? Yo no.

—Te amo tanto —susurra besando mi mejilla y me hace cosquillas,  me río a carcajadas.

—Ya basta —digo riendo y sigue haciéndolo hasta detenerse y seguir besando toda mi cara—. Tonto.

—El tonto que más te ama.

—No hay otro tonto que me ame más —confieso y recuerdo que no es a mi a quien ama, es a Eva. Así es todo, así es la vida.

—Es que no lo habrá —musita despacio paseando sus dedos por mi cuerpo y erizando mi piel—. Imagínate que horrible sería que estés con otra persona que no te hace sonreír como lo hago yo, que no te bese y te acaricie como yo. Imagínate que no te haga sonrojar, que no te haga sentir tan especial en todos los ámbitos, incluso la cama. ¿O no es así?

No James, no me hagas eso. No me hagas imaginar cosas así porque luego podría confundir todo y no puedo, debo evitarlo.

—Imagínalo tú, no creo que otra mujer te haga feliz como lo hago yo. Tampoco creo que otra logre sacar lo mejor de ti, tú lado tierno y romántico, tu forma de ser. No creo que otra te escuche y te comprenda como lo hago yo. Tampoco otra estaría para ti en los momentos más difíciles o felices de tu vida.  Imagínalo James, que un día despierte al lado de una mujer que no es la que tu amas, que es otra, que no te mira igual y que te lo hace igual. Estoy segura que cuando lo sepas, sabrás que has cometido un grave error en tu vida.

Maldición, creo que me he pasado. Creo que…  estoy hablando de Eva.

Porque siendo realista, James no se enamoró de Eva, se enamoró de mi.

—No me imagino una vida sin ti —confiesa con una voz melancólica—. Primero porque te amo como jamás amé a otra mujer, porque me haces feliz. No lo quiero imaginar, lo que me dices para mi ya no tendría sentido, si no es contigo. Así que estoy seguro que si algún día me despierto y no te veo a mi lado, es porque estás en el baño o limpiando el pañal de nuestro hijo porque se ensució.

Eva, debería valorarlo más, tu novio es el hombre que cualquier mujer desearía tener, ¿y por que no? En otra vida también a mi, si no fuera tu novio, si no fuera mi cuñado.

Y ahora comprendo que James tiene planes de un futuro más comprometedor con Eva. Que afortunada, no movió un dedo y le arreglé la vida. Luego de entregarlo, veré como arreglo la mía.

—Me haces feliz —. Mientras duremos, claro—. Vamos a dormir, cariño.

…

Despierto y no encuentro a James, parece que es un día soleado por el rayito pequeño que se cuela por la ventana. Estiro mi cuerpo y bostezo.

Después de haberme aseado me puse un bikinis y un vestido corto por encima. Bajo escuchando algunas voces y finalmente llego a la sala, los chicos están ahí. Un delicioso olor me inunda, huele a huevo frito, tostada, café. Tengo hambre.