Conquista a mi novio

14- noche de pasión.

😂😂😂😂 el reto es comentar con una mano.

...

Dos copa de vino, una buena fiesta ambientada en el año 50, un hombre elegante, vestido como un sargento de gala y una mentirosa llamada Erika que es su cuñada.

Vaya noche tan hermosa. Pero, se supone que debo enfocarme en lo que estoy haciendo, en mi trabajo. Después de todo me he metido aquí y no hay forma de escapar. De algo si quiero escapar y es de pasar la noche con él.

—He pedido esa canción que suena, quiero bailarla contigo.

Me toma de la mano y me lleva al centro de la pista de baile, somos los primeros en iniciar, los demás miran.

—¿La has escuchado? —inquiere tomando mi mano y colocando la otra en mi espalda baja. Yo en cambio toco espalda arriba y sigo el ritmo un tanto pegada.

—Si, pero no recuerdo el nombre.

—Es Paul Anka, Put your head on my Shoulder,  me encanta, te recuerdo que esas canciones antiguas son mis favoritas.

Le sonrío y luego toma mi otra mano, me da un giro lento acorde a la canción, me toma de la cintura y termino colocando mis brazos por su cuello, nos miramos y sonreímos a la vez.  Después un rato estoy con mi rostro en su pecho, bailando lento y la canción cambia por una que si amo,  take my breath away de Berlín. Cuando vi la película top Gun, de Tom Cruise quedé enamorada de la canción.

Me gira y antes de terminar el giro sus manos se enrollan en una X e  mi cintura, se queda detrás, con su boca cerca de mi cuello.

—Huele delicioso —susurra y claro que la piel se me pone de gallina, y no estoy usando el perfume de Eva—. Nunca había reconocido  ese perfume de ti, me encanta.

Me gira y quedamos de frente, me toma del mentón y tiemblo un poco mirando su rostro. Sus ojos miran mis labios y me besa lento provocando una extraña sensación que ignoro. 

El beso es corto pero también  intenso. La canción acaba y me lleva de mano a la mesa.

Me siento y él también, tomo del vino y observo el ambiente que aún sigue llamativo para mis ojos.  Dejo la copa en la mesa y James toma mi mano, la acaricia y le sonrío sin saber que hacer o decir.

—¿Te ha gustado el regalo? —inquiere.

—Me encanta. También te he comprado algo a ti, pero lo tengo en casa. Ya luego si te lo doy.

Me sonríe negando.

—Tranquila, me hace sentir mejor estar contigo aquí y que te guste esto. ¿Sabes? Recuerdo hace un poco más de un mes cuando te llamé, me dijiste que estabas algo enferma y dudé mucho de decirte aquello, pero es que ya estaba al borde de la locura. Te dije que tu actitud y tu forma de ser conmigo me habían abierto los ojos  y que por eso creo que debíamos terminar, no quería regresar y lidiar con más problemas. Recuerdo que te hice llorar y me juraste que ibas a cambiar, que te diera la última oportunidad, pensé que no tenía caso, que tantas veces lo dijiste y no cumplías pero ahora veo que es así.