Conquista a mi novio

21- trato hecho

—Hola —le digo sentándome en la silla que había ocupado el moreno antes que yo, ella se exalta confundida.

—Eh… hola —dijo elevando una ceja—. ¿Te conozco?

—No, pero me vas a conocer, soy Erika Black, y no evité escuchar tu conversación con el chico.

Ella se confunde más y se muestra asustada.

—¿Por qué hiciste eso? Si dices algo te juro que…

—No, no, es que quiero decirte que sé quién es Bárbara y sé que es una perra maldita, ella es muy racista. El asunto es que quiero ayudarte con tu venganza, bueno, más bien darle una lección. Te pondré todo fácil, mi hermana Eva es su mejor amiga y ambas están asociadas en las dos empresas que trabajan, y pues mi hermana puede recomendar a Jared como modelo y así lograr su objetivo de tenerla más cerca. Cuando hagas el alboroto se verá acorralada y tendrá que meter a personas que ella rechazó, porque también rechazó a mujeres con sobrepeso, solo acepta gente bonita.

—Si, el grupo que he organizado es de todo tipo de personas, desde pocos agraciados, muy delgados, muy llenitos, morenos, chinos y cosas así. Es una bruja. Y si de verdad me vas a ayudar, te lo agradeceré pero quiero que te mantenga discreta.

Mi amiga llegó a la mesa nuestra y me miró confundida, le hice una seña de que se siente y me espere. Y miré a ¿Kenia? Si, creo que así se llama.

—Bien, cuenta conmigo. ¿Nos pasamos los números telefónicos?

Ella asiente y le doy mi número, me escribe y agendo su teléfono.

—Bien Kenia, cuenta conmigo.

Ella sonrió y me pasó la mano.

—Gracias Erika, nos comunicamos.

Me voy a mi mesa y ella pide la cuenta, Lana me mira molesta.

—¿Qué fue eso? ¿Ya le estabas pidiendo  el número del Moreno? —inquiere y ruedo los ojos.

—Luego te cuento, ahora quiero comer.

No dejó de preguntar y le dije que no podía decir nada al menos que estuviésemos a solas, porque si, confío en Lana y es tan curiosa como yo misma. Comimos y recordé decirle algo.

—Oye, este fin de semana James me invitó para una cabaña, ¿quieres ir conmigo?

Se le cae el trozo de pollo de la boca y se sorprende.

—¿No seré el mal tercio? —inquiere y me río.

—No, irá su familia y además sus amigos.

—Si voy, Uff tengo que buscar que ponerme, no puedo ser la más fea —murmura mirando su cuerpo y solo me queda reír.

—Ni que te vayas a coger a algunos.

Y sonríe.

—Tu no sabes nada, pero bueno, Henry está soltero, ¿no?

—Si, pero Sandra parece que está interesada.

Se pone muy molesta y aprieta el tenedor.

—¿Quién puta es Sandra?

—Hermana de James.

—No me importa, es que vamos, Paul es un imbécil, me cayó muy mal, ni para coger y desechar lo quiero.

Niego totalmente.

—Henry es igual, Henry es la marioneta de Paul, hace todo lo que le pide.