47- ¿Te conozco?

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Así como diría un buen mexicano: «ya valí madre.»

Desde donde estoy no puedo mirar a un lado porque en donde lo haga, habrá uno esperando mi atención. No se en donde me he metido, lo he estado pensando tanto... he pensando en cada situación que me orillaron a buscar un posible olvido, y créanme, lo estoy haciendo; yo estoy dando todo de mi para sacar a James de mi vida, tanto así que ya ni me duele pensarlo, pues aunque ha pasado poco tiempo de lo sucedido, estoy segura que James puede borrarse de mi vida y corazón.

Quizás pensarían que estoy buscando el típico método de olvidar a alguien estando con otra persona, pero no es así, he dejado en claro que no tendré una relación con nadie mientras yo siga sintiendo algo por James. He hablado con William y lo sabe, él entiende que no puede y no puedo exigirme más de lo que doy. Ahora Gianni necesita saber lo que me ha pasado, lo que siento y lo que debe comprender; no quiero ilusionarlo con un "seremos parejas", pero eso no quiere decir que yo tenga que alejar a las personas que alguna vez me han hecho feliz.

William es el hombre que yo desearía amar justamente en este momento, quisiera enamorarme porque sé que sería correspondida de una forma especial. A Gianni lo conozco poco y he llegado a pensar que simplemente soy un capricho, un deseo para él. Si bien dijo que le gustaría que yo fuese su novia, también pienso que lo dijo de boca para afuera. Gianni y yo no nos conocemos mucho, solo quise una noche de pasión a su lado, y vaya que no me arrepiento, me hizo sentir bien.



Pero pienso en algo más, recuerdo haber leído en alguna parte, quizás en un libro o en internet, una frase que ha llegado ahora a mi mente:

"El amor no cambia, no cambian las flores, las palabras, los regalos... no cambian los besos, nada cambia. Solo nosotros cambiamos de amores." Y si, pienso que tiene razón, el amor no puede cambiar nada, de hecho las personas cambian por si solas, cambian de estilo de vida como cambian de pareja. Cambian la mentalidad, así como cambian la personalidad. Y ahora creo que tengo el poder en mis manos de cambiar los errores o más bien borrar y escribir una nueva historia.





—¿Te sientes bien? —escucho la voz a mi izquierda y no dudo en prestarle mi atención. William me regala una mirada dudosa y risueña,su intriga indaga a profundidad de mi ser.

—Estoy bien, solo pensaba un poco...

—En mi... —termina la frase y me hace sonreír—...  no es.— borro la sonrisa por el final inesperado, presiento que toda su seguridad se va por el caño cuando está conmigo.

—De hecho si pensaba en ti. —«pero también en James y en la vida.» pienso para mi.

—¿De verdad? —eleva una ceja con un gesto interrogativo e ilusionado—. ¿Qué pensabas?

Casi iba a tocar su brazo y a responder, pero alguien se encarga de tomarme de la mano, y no solo eso, me hace levantar del sofá.

Gianni.

Confundida lo miro por la forma tan intrépida de apartarme de William.

—¿Por qué hiciste eso? —cuestiono.

—Quiero que bailemos —responde con un gesto apenado—, perdóname por apartarte así, tengo que confesarte qué... —se acerca y una mano se posa en mi cintura, ahora su barba roza mi mejilla y sus labios están cerca de mi oído—.... Siento celos, no te lo puedo negar.

Esto parece de todo menos romántico, y no me está gustando, pues Gianni puede arruinar todas mis expectativas sobre él.



—Gianni, debiste preguntarme antes de tirar de mi mano, me asustaste y me interrumpiste. No lo hagas de nuevo. Y  no, no tengo deseo de bailar por el momento. Si me disculpas, voy al baño.



Conquista a mi novioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora