Conquista a mi novio

8- tensión

Con toda la calentura y con el deseo de tocarme en el baño, no pude hacer más nada que limpiar todo el semen derramado y hasta se me había quitado el deseo cuando me empezó atacar el remordimiento.

No debí hacer eso. No debí llegar tan lejos. Bien que mi trato con con Eva era besos, despejar la mente de su novio y evitar a todas costa llegar a la intimidad.

Ahora siento que he fallado, porque es mi cuñado y está mal.

Pero también ella debe entender que no es fácil, que eso podría pasar en cualquier momento. Es su jodido novio, y como tal necesita intimidad con su novia. Lo entiendo totalmente, pero es que no soy Eva y me he excitado con solo verlo a punto de que me hace tener un orgasmo visual  sin tocarme tanto.

Él se durmió en cuanto logró su cometido, así que me aparté lo suficiente de su roce, no podía seguir sintiendo más de su piel a mi lado.

Tras cerrar los ojos y pensar tanto en el problema en que me he metido, puedo sentir como se mueve de un lado a otro, parece tener pesadillas.

—¡Nooo, no, lo siento, yo no quise! —grita y me giro a mirarlo, está temblando  y sudando. Toco sub frente y su cabeza se mueve de un lado a otro.

—James —susurro.

—¡No, no quise hacerlo, perdóname! —chilla y me elevo un poco, acaricio su rostro.

—James, despierta.

Abre los ojos y me mira fijamente, está temblando, sudando y puedo hasta sentir sus latidos.

—Abrázame por favor.

No me deja reaccionar cuando me abraza fuertemente y me pega contra su pecho, sus latidos me aturden, besa mi frente y gime doloroso.

—James, ¿qué pasa? —susurro.

—Solo fue una pesadilla, solo quiero que me abraces, no me sueltes, no me dejes solo.

Su voz suena quebrada y dolorosa. No sé porque creo que él soñó con todo lo que ha pasado en la guerra.

—Está bien. Cálmate.

Acaricio los pequeños vellos que nacen de su pecho en espera de que duerma, él respira aún alterado, y no sé porque me trasmite esas emociones.

El sueño me socorre y cierro mis ojos.

..

Siento unos besos por mi cuello y un brazo rodear mi cintura, detrás de mi puedo sentir su pecho y su... Ya lo entiendo, no estoy soñando, James está detrás de mi, me abraza, no me suelta.

Abro los ojos, apenas está amaneciendo, es muy temprano.

—James —susurro.

Pero no responde, parece que se durmió. Puedo jurar que tiene una erección mañanera y no quiero que intente algo más.

Me abraza más fuerte, no sé que le sucede, restriega su erección contra mi culo y busco escapar de la tentación.

Mierda.

Concéntrate Erika.

Cierro los ojos de nuevo, no he dormido nada y desde hace mucho no dormía con un hombre.

Y tengo que aceptar que se siente bien.

...

—Despierta bella durmiente —me dice esa voz y me remuevo en la cama—. Hey.

Abro los ojos, y como toda mujer que espera un desayuno o algo más romántico, créanme, no es eso. Él sólo me mira fijamente con esa cara de loco.