Conquista a mi novio

46- reunión incómoda

Cómo siempre, yo tardándome :( lo siento mucho. Mi bloqueo me ha detenido por días y semanas, solo he estado editando libros terminados, y para nada, Booknet me eliminó "el placer de odiarte" y estoy tratando de recuperarlo para editar.

Gracias por los que me han esperado y siguen allí. 😍

...

Si alguien me hubiese dicho que nada en la vida debía sorprenderme, les respondería "no lo creo, ahora mismo lo estoy."

Recapitulemos, yo estaba en la moto, manejaba dispuesta a ganar, casi tenía la victoria en mano y de la nada aparece un corredor salvaje pasando antes que yo sobre la meta final y llevándose el premio. ¡Muy bien! Si claro, todo estaba bien hasta que mencionan el nombre del ganador: Gianni Cavassi.

Necesito aire que me estoy ahogando.

Parada en el mismo lugar y deseando poder correr, los gritos de emoción se hacen cada vez más lejanos y es como si todo estuviese lo suficientemente lento para mi. Gianni, tras haberse quitado el casco que ocultaba su rostro, baja de su moto y lo veo vestido completamente de negro, tan alto tan elegante y dispuesto a todo. Necesito poder reaccionar de una forma que no me haga ver como una loca asustada, pero es que no puedo. No parpadeo, solo estoy así, parada esperando que se acerque más y yo compruebe que esto real.

Hasta que inesperadamente Gianni rompe la distancia que nos aleja y me demuestra que si está aquí, que lo tengo frente a frente. Esperé que me dijera algo en italiano, que yo no entienda, como prueba de que no estoy soñando, pero Gianni no hace nada, sonríe de lado y lo siguiente me toma desprevenida.

Gianni me ha tomado por mis caderas, me ha pegado de su cuerpo y ahora me está besando. Yo todavía estoy asimilando con mis ojos abiertos que esto es real, y ese beso tan inesperado me roba el aliento y los sentidos. Cierro los ojos y Gianni ahora acaricia mi cuello, nuestros labios bailan al ritmo de los bullicios de todos que exclaman: ¡Se aman! ¡Se quieren!

Dios, que vergüenza. En mi vida nadie me había besado delante de todos el mundo, dando este espectáculo que sin dudas me pondrá en aprietos con mis jefes.

Gianni, después de chupar mis labios y dejarlo rojizos se separa de mi y me mira a los ojos, me toma de las mejillas y me sonríe.

—Mia bella Erika, non vedevo l'ora di vederti —susurra dejándome todavía sin palabras y tratando de entender lo que me ha dicho.

—Gianni, no puedo creer que estés aquí, yo...

No puedo hablar porque montones de periodistas se acercan y las preguntas incómodas vienen con ellos:

—Señorita Black y señor Cavassi, ¿son ustedes parejas? ¿Qué ha sido todo esto? — pregunta un periodista.

—Cuéntenos de su relación, se ven muy bonitos.

—¿Qué se siente competir juntos dos personas que tienen una relación?

—El público quiere respuestas.

Iba a responder pero Gianni me detuvo y me hizo un gesto suplicante de que lo dejara hablar. Que no diga algo que sea mentira.

...

Mientras tanto, entre todas las personas que allí estaban presenciando lo sucedido, se encontraba William, estaba abrumado, patidifuso y confundido, no entendía que sucedía ante sus ojos. Erika se estaba besando con un hombre que él no había visto y que ella nunca le habló. ¿Quién era ese? Tenía que saberlo.