Punto de vista Kara
Después de quedar con su primo volvió dentro, a sus estudios. Varias personas la saludaron por el pasillo, no era muy popular, pero conocía varios círculos de personas. Cuando paso por la zona de vending estaba la chica de antes peleando con la máquina.
Se acercó con la excusa de sacarse una botella de agua. A medida que se acercaba la escuchaba murmurar muy bajito, detectó que estaba molesta con algo, enseguida se percató de que su botella de agua se había quedado atrapada entre el resorte y el cristal.
Algo le atraía hacia la joven como un imán, Kara siempre se había caracterizado por su frescura y alegría, y el semblante serio de la joven la atrapó como un enigma, aún no había ni cruzado una palabra y sentía la necesidad de descubrir su voz.
Vio cómo la joven morena cerraba los puños de impotencia, pero al contrario de lo que haría cualquier otra persona que sería volver a teclear el código o patear la maquina, la joven se quedó cabizbaja como no queriendo llamar la atención.
Kara introdujo una moneda y tecleo el código donde se había quedado la botella estancada, y esta cayó, pero se quedó una nueva botella atrapada. Kara cogió la botella por la trampilla y se la ofreció a la joven.
- Toma, creo que es tuya - Sonrió Kara buscando que la joven le mirara.
- Gracias - Levantó una mano en señal de negación, el tono suave de la joven encandiló a Kara que sonrió ante la victoria de descubrir su voz - Pero acabas de meter una moneda y te ha caído a ti, no a mi.
- Pero teóricamente esta es la botella que te corresponde, la mía está ahora en ese cristal - Ante la reflexión natural de Kara, la joven levantó la cara ante la sorpresa, Kara dio un mini paso atrás, sus ojos la fascinaron, nunca había visto unos ojos tan verdes. Kara solo pudo sonreír con amabilidad. La joven tenía una expresión de incredulidad, como si Kara le acabara de decir que el cielo era rojo.
- Eso es correcto pero has metido tu moneda para que mi botella cayera ocasionando que la tuya sea la atrapada ahora, por lo que es lo justo que te la quedes. - La joven con un semblante serio pero amable reflexiono.
- Mmm entonces, tu dices que es mía porque eres la causante de que me haya quedado sin botella es que tu botella se interponía a la mía, por lo que segun tu esta debería ser mía - La joven asentía ante el resumen que una Kara muy expresiva con las manos exponía con la botella aun en la mano decía - Pero, yo digo que es tuya porque corresponde a cuando tu has introducido el código y la mía es la que pertenece aquí - Añadió tocando con la mano donde estaba aun su botella.
- Exacto - La joven de ojos verdes confirmó.
Kara sonrió ampliamente ante los gestos tan espontáneos de la joven. Miró a su alrededor buscando inspiración para ver cómo hacía que la joven se llevara la botella. Le surgió la inspiración. Cogió un vaso de la máquina de café. Abrió la botella, vertio la mitad de la botella en el vaso, cerró la botella y se la ofreció a la joven.
- Esto sería lo más justo pues ¿no? - Kara sonreía con amabilidad.
La joven asintió con una media sonrisa aceptando la botella. Hizo un gesto de gratitud y se marchó. Kara se quedó estática en el sitio. Sonriendo y arreglándose las gafas. Esa medio sonrisa la había inspirado, sabía que esa noche su cuaderno de bocetos sería la muestra de esa inspiración.
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Te encontré
FanfictionKara y Lena se conocen en la universidad. Kara no ha desarrollado aún sus poderes. Lena huye de su apellido buscando paz. No sigue el argumento de la serie. Creado desde cero. He usado algunos de los personajes, pero es una historia totalmente al...