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05. LuthorCorp

Punto de vista Lena.

A la mañana siguiente despertó temprano, hoy tendría lugar una reunión de Luthor Corp, quería asistir vía conferencia para comenzar a conocer los asuntos de Luthorcorp. Lena había comprado las acciones Lex antes de que salieran a bolsa tras su cadena perpetua, necesitaba tener mayoría absoluta para cuando se pusiera a la cabeza de la compañía.

Su madre no le había sentado muy bien que las comprase sin avisarle, pero sabía que si hubiese tenido la oportunidad las habría comprado ella sin avisarle y habría sido un error y Lex habría podido seguir mandando en la sombra.

Los asuntos familiares le agobiaba tanto que sólo lo podía sobrellevar con yoga, su antiguo psicólogo se lo recomendó cuatro años atrás y ahora no sabría afrontar su vida sin la práctica del yoga.

Faltaba una hora y media para la reunión. Se puso ropa cómoda y salió de su habitación, cerró con llave y fue a coger una de las bicicletas que había en todo el campus a servicio de los alumnos, pedaleo hacia la playa donde haría su rutina de yoga antes del amanecer, a pocos metros del bloque de habitaciones de los deportistas vio a la joven de ayer corriendo junto a otra chica.

Lena aminoro la velocidad para saludarla, no apartaba la mirada de sus movimientos, pero en el último segundo se arrepintió y aceleró, adelantándolas, evitó mirar atrás, en unos diez minutos llegó a la playa, dejó la bici, y se dirigió a la orilla para realizar su rutina.

Cuando volvió a su habitación, se duchó y preparó para el día y encendió el ordenador esperando que diera comienzo la reunión. Su madre estaba presente en la reunión. A Lena le molestaron las actuaciones de unos cuantos miembros de la junta, apuntó sus nombres, no los perdería de vista, Luthorcorp estaba perdiendo filiales importantes, una de las presentes en la reunión propuso bajar el ritmo de producción de armas y tecnología Militar e invertir más recursos en salud e inversiones, pasar aún segundo plano mientras se limpiaba y restablecía la imagen, y los actos de Lex no estuviesen tan frescos.

Se armó un fuerte barullo, todos hablaban a la vez, Lena vio como su madre pasaba de mirar a los presentes a mirar directamente a Lena.

Lilian se carraspeo la garganta ocasionando el silencio absoluto en la sala.

- Y tú hija mía ¿qué dices?

Lena noto la doble intención, por una parte estaba dándole su lugar dentro de la empresa como digna Luthor y socia mayoritaria. Pero por otra parte, su perversa madre la estaba examinando, su intención obviamente era ver si estaba a la altura de Lex.

Lena desvío la mirada hacia su tablero de ajedrez, ¿qué movimiento haría ahora? Reflexionó, y sujetando la reina entre sus dedos y mirando a pantalla hablo con una determinación fingida.

- Escucho a muchos hablar, proponer lo mismo una y otra vez, como si mi hermano estuviese aún al frente. - midió sus palabras - Escucho propuestas que nos llevan a seguir perdiendo más filiales, más ingresos, menos fondos... -si, había filiales muy radicales con las que quería cortar lazos, pero debía hacerlo paso a paso, movimiento a movimiento, no debía permitir que su madre descubriera sus verdaderas intenciones, debía averiguar a quién debía despedir y a quien debía mantener a su lado. - Esas ideas y esa línea de trabajo os dirigirá a buscar un nuevo empleo pues no tendréis lugar en Luthorcorp. - recomendó con un tono caviloso y segura, no quería que la tomarán a la ligera debían entender que ya no era la niña que esperaba en la sala de juntas a que su padre acabase una reunión, ahora era Lena Luthor, su jefa, vio como su madre erguía la cabeza de orgullo - usted señorita... Arias, quiero un informe detallado de su propuesta, tiene una semana, en una semana mi madre y yo lo estudiaremos, doy por concluida la reunión.

Bajo la tapa de su portátil y se dirigió a la cafetería para coger fuerzas para el día de estudio, y clases.

Recibió un mensaje de su madre al móvil.

"Majestuoso alarde de poder, sigue asi

y lograrás el respeto y temor de todos"

Lena camino hacia la cafetería no quiso contestar el mensaje ella no quería el respeto y temor de sus empleados si no su reconocimiento y respeto. Jamás su temor.

Enseñó su acreditación y cogió una de las bandejas para servirse el desayuno, se sirvió unas tostadas con tomate rallado, un café solo, un zumo natural y una pieza de fruta. Justo antes de levantar la bandeja de los rieles metálicos que la guiaba por la exposición de alimentación un golpe con la mochila del chico que iba delante de ella provocó que volviera a apoyar la bandeja perdiendo estabilidad lo que provocó la pérdida de su zumo.

Con semblante enfadado y cabizbajo se dirigió a una de las mesas medio vacías, sacó un libro para leer un poco mientras desayunaba.