Te encontré

04. Esa Sonrisa

Punto de vista de Lena

Los primeros días en la nueva ciudad le habían resultado duros, no estaba acostumbrada a tanta sencillez, pero a su vez valoraba como nunca esa sencillez, esa era la vida que quería. Lejos de su familia, de las expectativas, sabía que en unos pocos años se haría cargo de todo, mostrando sus ideales y proyectos, pero de momento esa tranquilidad, paz, es lo que necesitaba.

Intentaba huir de la gente, no le apetecía socializar, quería disfrutar de ella misma, antes de arriesgarse a que alguien la descubriera y volviese la pesadilla. Algún que otro compañero o compañera había intentado hablarle, pero Lena con una mirada enigmática se había escudado en el silencio.

Después de su día se encontraba en la biblioteca pasando a limpio sus apuntes y analizando datos. Se dirigió a coger un libro para buscar contrastar su información cuando se le cayó el móvil, sabía que alguna que otra persona se habría visto molesta, así que murmuró un casi inaudible susurro un "lo siento".

Volviendo a su sitio vio como una rubia miraba su móvil, vio su sonrisa dirigida a la pantalla, nunca había visto una sonrisa como esa, no sabía describirla, transmitía pureza, una que nadie le había dirigido una sonrisa así.

Lena dejó el libro que había cogido en su zona de estudio, y se dirigió a la zona de vending, aun le costaba ubicarse en los laberintos que eran esta universidad, dudó en cogerse un café o una botella de agua, por las horas que eran decidió que sería una mejor opción la botella de agua.

Introdujo el importe y tecleo el código, se distrajo en sus pensamientos, cayó en breve en la cuenta de que no había escuchado caer la botella, miró a la máquina y ahí la vio, cerró los ojos con frustración, se había hecho una división de dinero asignando la misma cantidad a cada día lo que le permitía unos dos o tres cafés o refrescos al día ya que de la comida no se tenía que preocupar ya que su beca costeaba las dietas.

Si no bebía algo de agua debería volver a su residencia donde habían dispensadores de agua por los pasillos, pero eso requeriría finalizar su sesión de estudios y tampoco quería finalizar ya.

Sus pensamientos se vieron interrumpidos por el sonido de la máquina en proceso, una botella había empujado la suya estancadose en el proceso. La rubia de antes cogió su botella y se la ofreció.

Lena la rechazó amablemente, no sería correcto, ahora era la botella de la joven. La rubia simpáticamente expuso los puntos de vista, Lena estaba anonadada con lo extrovertida y elocuente que era la joven. Tras confirmar que no aceptaría la botella, con lo que creyó que la interacción finalizaría, se sorprendió al ver como la rubia cogía un vaso de la máquina de café, repartió el agua y le volvió a ofrecer la botella, a lo que Lena desarmada totalmente no le quedó más remedio que aceptarla con una sonrisa. Y agradecerle.

Con la botella en la mano se dirigió de nuevo a su zona de estudio, dentro de ella una sensación agradable nació, esa joven de ojos azules, había incendiado una llama de esperanza, esperanza por las personas. Su objetivo en la vida era obtener Luthorcorp para ayudar a la humanidad, crear mejoras o ayudas para el ser humano, sin embargo por desgracia todo aquel que se había tomado el tiempo de conocer le había traicionado o usado. Sin embargo, aunque supiese que jamás podría confiar en nadie, ese gesto tan desinteresado, puro, sincero, era lo que le hacía creer que no todo el mundo era como su familia.