35. Con La Yema De Los Dedos.

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Punto de vista de Kara.

Kara vió como Lena se imponía con elegancia ante la otra jugadora, quien parecía confundida y descolocada, Kara recordó la estrategia de Lena y se dio cuenta de que le había funcionado a la perfección ya que se movía con una seguridad por el tablero ausente en su contrincante.

Lena se movía en el instante que llegaba el turno a ella. En cambio su contrincante tardaba minutos. Kara observaba como contenía la sonrisa por educación.

Lena ganó.

Kara logró capturar el momento en que Lena derribaba al rey de su oponente.

Kara apenas se levantó del suelo donde había hincado rodilla durante toda la partida para conseguir mejor ángulo cuando Lena la atrapó entre sus brazos.

- Gracias - Susurró Lena en su oído erizando los pelos de la nuca de Kara.

- ¿Por? - Consiguió articular Kara

- Me has apoyado y creído en mí como nunca nadie antes.

Tras la celebración y el acto de entrega del premio Kara y Lena dieron un paseo por el bosque donde Lena hizo uso de la cámara de Kara y se hicieron algunas fotos con el móvil a modo selfie.

Al llegar de nuevo al hotel cenaron algo y subieron a la habitación Kara quería ducharse, cuando salió Lena entró avisando de que iba a tardar un rato. Kara sacó su cuaderno y escribió lo vivido con Lena. Sonrió al ver que el cuaderno cada vez abultaba más. Escribió todos los sentimientos que Lena provocaba en ella.

Cuando Lena salió de la ducha y se sentó en el sofá donde estaba Kara, esta cerró el cuaderno y se levantó para dejarlo en su mochila, le enseño la foto de la victoria a Lena y algunas más que había hecho durante el torneo.

Luego comenzaron a ver una película en la televisión. Lena de vez en cuando se movía incomoda, a Kara le estreso y le divertía a partes iguales, al final se lanzó sobre ella para inmovilizarla.

- Me muevo demasiado ¿no? - Bromeo Lena rodeando con sus brazos el cuerpo de Kara.

- ¿Siempre eres igual en los sofás? - Kara comenzó a acomodarse en su pecho.

- En casa teníamos sillones, nunca me había sentado en un sofá, no encontraba ninguna posición cómoda, pero asi estoy de lujo. - Ambas se habían acoplado la una a la otra como dos piezas de un puzzle.

La película seguía, pero Kara no le estaba prestando gran atención. Lena había soltado el agarre que rodeaba a Kara, una de sus manos seguía en la espalda de Kara, la otra cayó por la gravedad, cayendo naturalmente sobre su vientre.

Kara acercó su mano a la de Lena a milímetros de distancia de una mano a otra Kara sintió la electricidad rozar su cuerpo, buscó con las llemas de los dedos la piel de Lena, quien al encontrar ese contacto con Kara también movía los dedos buscando el tacto.

Kara observaba cómo se movían los dedos de ambas buscando un constante roce, descubriéndose, disfrutando del tacto, del cosquilleo.

Kara abandonó la mano de Lena subiendo por su brazo, Lena sujetó a Kara, Kara sintió que era un agarre que suplicaba que no la soltase.

Kara sintió como cada milímetro que las yemas de sus dedos recorrían dejaban una estela de vello en punta, llegó a su cuello donde recorrió su longitud. Se incorporó unos centímetros, lo suficiente para poder ver su mano rozar la piel perfecta de Lena.

Estaba actuando por instinto, callando todas esas voces que le decían que parara que no habria vuelta atras, que con su fuerza le podía hacer daño, pero nunca había sentido esa sensación tan placentera, y a la vez sintiéndose tan en paz.

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