08. Cita

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Punto de vista Lena.

Era tarde cuando volvía de su última clase del día, estaba agotada y se dirigió al club de ajedrez para poder centrarse y evadirse del duro día. Recordó a la joven que se había presentado como Kara, le había parecido simpática, tenía ganas de verla mañana en la playa, poca gente le había tratado como ella lo había hecho.

Iba caminando recordando la conversación cuando se quedó inmovil, algo llamó su atención, algo inconfundible, superman voló hasta la azotea, cogió a alguien y se marcharon volando, bueno superman cargando con alguien.

Lena se quedo inmovil, a su alrededor, mucha gente intentaba fotografiarle, pobres ingenuos, parecía que no sabían que sus cámaras no podían captar la supervelocidad. Por el contrario Lena buscó apoyo en uno de los bancos, comenzó a sentir una fuerte presión en el pecho ¿Y si superman estaba allí por ella?¿Y si después de encerrar a su hermano ella era su próximo objetivo?¿Y si desvelaba su identidad, ya no podría caminar tan tranquilamente por el campus? No se dio cuenta de cuando comenzó a hiperventilar, busco su inhalador en su mochila, pocas veces le daba tan fuerte los ataques de pánico, el asma comenzó cuando murió su madre biológica, al sentirse sola en el mundo...

Comenzó a respirar obligadamente mientras tarareaba mentalmente su canción favorita, poco a poco volvió a respirar normalmente.

Camino hacia el club de ajedrez, jugó dos partidas, en la primera ganó, y la segunda muy reñida acabó en tablas, los miembros comenzaron a hablar de Superman y Lena huyó de ahí, no le apetecía escuchar las maravillas de Superman pues esas maravillas incluian la detención del enemigo número uno de los alienígenas, Lex Luthor, su hermano. Y si, estaba de acuerdo con su cadena perpetua, pero los horribles actos de su hermano no borraba el hecho de que fue el único que le hizo sentir que la mansión Luthor era su hogar. Aunque poco a poco le decepcionó hasta borrar todo los bonitos recuerdos que tenía con él.

Ella misma estaba a favor de los alienígenas, al fin y al cabo únicamente eran seres en búsqueda de nuevas oportunidades. Ella vivía en estados unidos, una tierra fundada por inmigrantes. Aun podía recordar la primera vez que Lex y ella discutieron al respecto, sintiendo como un gran muro comenzaba a dividirlos, y Lena comenzaba a sentir la maldad de Lex. Pues Lex mantenía que lo único que querían era invadir la humanidad y doblegarles, Lena por el contrario creía que no, que venían por su propio bienestar por diversos motivos, pero podía haber alienígenas malvados como tambien podia haber humanos perversos llenando las cárceles y cientos más con poder suficiente como para no pisarlas y seguir siendo horribles.

Lex le aseguro que le demostraría que estaba equivocada. En sus foros internos se culpaba en cierta forma por los actos de su hermano y le costó muchos años que su hermano pertenecía al segundo grupo, los malvados poderosos que se libraban de la cárcel. Y no era por culpa de aquella conversación sino por la obsesión de su hermano.

Lena amaneció al día siguiente, bañada en sudor por culpa de las pesadillas, se duchó velozmente, había quedado en poco tiempo con Kara y eso provocaba una leve sonrisa en ella. Le causaba curiosidad la joven.

Lena llegó a la playa unos minutos antes de la hora, no había señales de Kara, Lena se decepciono pensando que no iba a llegar, pero sus pensamientos fueron interrumpidos por una potente voz.

- Nos vemos luego, no pierdas el ritmo. - Gritaba Kara a la joven que le acompañaba el otro día corriendo y ayer estaba pegada a los labios de un chico.

Lena no pudo evitar sonreír al ver la soltura con la que Kara se movía y expresaba.

Kara camino hacia ella, Lena quedó fascinada por la joven, si antes ya se había dado cuenta, ahora lo testificaba, Kara era preciosa. Lena perdió la sonrisa al darse cuenta de que estaba embobada, no podía gustarle ¿No? ¿Por qué no? ¿Y si se dejaba llevar por una vez? No se había percatado de que Kara había llegado a su lado, pues estaba perdida en sus pensamientos.

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