Baby Girl

Capítulo VII

BETTY

Me encanta sentir el agua de la ducha caer por mi cuerpo, se siente tan relajante y más cuando cae en mi cabello. Cierro los ojos y me relajo totalmente.

La peor parte es tener que ver los moretones que aún se encuentran en mi piel. Siempre que los observo recuerdo cada golpe y mis gritos entre llantos pidiendo que parara.

«Nunca se detuvo»

Cierro la llave del agua y enrollo mi cuerpo en una toalla. Salgo de la ducha y empiezo a organizarme. Me pongo un pantalón y camisa de Jughead.

La ropa de él me queda gigante, pero yo no tengo tanta ropa. Además me gusta usar la de él, tiene su aroma.

Peino mi cabello y salgo del baño y me encuentro con Jughead poniendo sus zapatos.

— ya te vas papi — hago un puchero.

— princesa-

— no quiero que te vayas, siempre me quedo acá sola y es muy aburrido papi — él suspiró y se acercó.

— princesa, haremos esto. Yo trabajaré hoy desde casa y podré estar más tiempo contigo ¿Si? — puso sus manos en mis mejillas.

— y ¿puedo ayudarte papi?

— Claro que sí.

Beso mis labios y caminó hasta su armario y yo lo seguí. Quitó sus zapatos con sus pies y también el saco de su traje, desenredo su corbata y desabotono cada uno de los botones de su camisa.

Se deshizo de la prenda dejándome ver su piel. Joder  ¡Tene el cuerpo de un dios!

«Necesito tocarlo»

Me dispuse a detallar lo mientras él buscaba algo en los cajones. Sus brazos, sus pectorales, su abdomen poco marcado...

— princesa — dijo sacándome de mis pensamientos.

— ¿si papi? — baje mi mirada para ocultar mis mejillas sonrojadas.

— me pasas el pantalón que está allá — señala con su dedo a mi lado izquierdo.

Tomé el pantalón y se lo pase.

— te esperaré en la habitación papi — antes de que yo pudiera salir él tomó mi brazo y me gire para mirarlo. Me tomó de mi cintura y junto nuestros labios en un largo beso. Puse mis manos en su abdomen y sentí como se tenso con mi toque.

— me terminó de cambiar y voy contigo.

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— princesa, me puedes ayudar separando las hojas blancas y las amarillas por favor.

— si papi.

Me senté en sus piernas y mientras él escribía en la computadora yo separaba las hojas.

— ¿que tiene de diferentes las blancas con las amarillas papi?

— las amarillas son contratos y las blancas son permisos.

— Oh. Tu trabajo en muy aburrido papi

— para mí no lo es.

Continúe separando las hojas y él escribiendo en silencio.
Hubiera preferido que nos quedáramos acostados en cama viendo películas pero tenerlo junto a mí es suficiente.

— princesa mañana saldremos al centro comercial — cierra la computadora — iremos a comprar ropa para ti, no puedes seguir robando la mía.

— está bien papi, pero ¿Podré ponerme cuando quiera tu ropa?

— si, solo que no siempre.

— Oh qué bien. ¿Blash puede acompañarnos mañana?

— por supuesto — besa mi mejilla — ¿ya terminaste con las hojas?

— sip.

— bien. Vamos a ver películas — se levanta de la silla sin soltarme.

— los ositos cariñositos.

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