Capítulo LXVIII

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NARRADOR OMNISCIENTE

Un disparo se escuchó y Betty grito asustada.

— ¿Papi?

— estoy bien amor, tranquila.

Ella asintió y escondió su rostro en el cuello del pelinegro.

— ¡Jughead Jones! ¿A dónde tan rápido? ¡Deja de huir y entreganos a la rubia! — dijo uno de los sujetos.

— ¿Me quieren a mi? — susurro Betty.

— nada malo te va a pasar, lo prometo.

Jughead siguió caminando pero al instante volvió a escucharse otro disparo, uno que iba hacia el cielo.

— ¡Das un paso más y le disparó a tu novia! — dijo apuntando hacia jughead, quién se detuvo al instante — ¡Date la vuelta y entregala!

Jughead iba a dejar a Betty en el piso pero ella no lo permitió, se aferró más a él.

— papi no, no me entregues porfis — dijo entre lágrimas.

— no lo voy a hacer, princesa — susurro — no sería capaz de hacer tal cosa. Solo quédate detrás de mí todo el tiempo y no sueltes mi mano ¿Si? — ella asintió y jughead la dejo en el suelo — sabes que hacer si algo malo pasa ¿Verdad? — ella volvió a asentir y jughead suspiro.

El pelinegro entrelazó sus dedos con los de la rubia y se dio la vuelta, al instante apunto al compañero del sujeto que apuntaba a él.

— ¡Danos a la rubia de una maldita vez para evitarnos todo el show, Jones! — grito uno de los sujetos.

— ¡Saben que eso no lo conseguirán tan fácil! ¡Sobre mi cadáver!

Uno de los sujetos cargo su arma para disparar, pero jughead fue más rápido y disparó primero, logrando terminar con la vida del hombre.

— ¿Quieres ir con él? — preguntó jughead al único que quedaba.

— no me dejaré mi vida en manos de un Jones.

Esta vez, jughead no tuvo oportunidad de disparar, pues lamentablemente el otro sujeto fue más rápido y disparó, después de eso salió corriendo de el lugar.

Betty, al escuchar ese último disparo, quedó aturdida, ni cuenta se dio de que su mano se deslizó de la de jughead. Solo reacciono al escuchar los quejidos del pelinegro.

— papi... — dijo al ver la sangre que salía de su brazo — no, papi — ella empezó a llorar.

— princesa, por favor llama a Cheryl, dile que venga rápido — dijo con dificultad mientras presionaba un poco para que no saliera tanta sangre.

Betty tomo el teléfono de jughead y busco el contacto de Cheryl, el cual llamo rápidamente.

jughead, hola-

Cheryl, Cheryl ven rápido por favor — dijo entre lágrimas — te necesitamos.

— ¿Que sucede Betty? ¿Por qué estás llorando?

— papi, a papi le dispararon. Ven rápido por favor.

— ¿Donde estan?

estamos cerca de casa — sollozó — a unas cuántas cuadras.

está bien, ya voy para allá.

La llamada terminó y Betty no sabía qué hacer, solo lloraba mientras observaba a jughead.

— princesa, por favor no llores más — dijo cansado — todo estará bien, Cheryl nos ayudará.

— ¿Como te ayudo, papi?

— ¿Puedes hacer presión aquí? — dijo señalando su brazo — me siento muy cansado.

Ella asintió y puso sus manos sobre la herida cuando jughead apartó las suyas. Ambos se sentaron el en suelo mientras esperaban a Cheryl.

— ¿Me prometes que no vas a morir papi?

— te prometo que no voy a morir en este momento, en algún momento moriré pero hoy no será ese día.

— ¿Duele mucho, papi?

— más o menos, solo no presiones tan fuerte.

— lo siento.

Jughead miro a la rubia y pudo ver el miedo en sus ojos. Él acercó su mano y limpio una lágrima que se deslizaba por su mejilla, dejándola llena de sangre.

— no llores más, hermosa, no quiero ver esos ojitos así.

— no me gusta verte así papi — dijo en un sollozo.

— y a mi no me gusta verte llorando — ella trató de calmar su llanto y así mismo trato de regalarle una linda sonrisa al pelinegro — te amo, princesa.

— yo te amo a ti papi.

Minutos después, Cheryl apareció en el auto, al principio se preocupó mucho, pero tuvo que disimular para que Betty no se alterada más.

La pelirroja ayudo a jughead a subir a la parte trasera del auto junto con Betty y luego condujo lo más rápido posible hasta la mansión.

— papi, no cierres tus ojitos, mirame a mi.

— quiero descansar...

— no, mirame a mi. Tú dices que mis ojitos te gustan y que te enamoran. Miralos ¿Si?

— mi amor, todo estará bien... Te amo....

— Cheryl, dile que no cierre sus ojos por fis — dijo Betty aterrada.

— jughead no-

— ¡Cher! Los cerró, papi cerró sus ojitos.

Cheryl se tensión en ese momento y lo único que hizo fue pisar con más fuerza el acelerador hasta llegar a la casa.

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