Capítulo LXIII

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JUGHEAD

Cuando desperté lo primero que escuche fue el ruido de la televisión y vi a mi princesa a mi lado tomando su biberón. Pase mi brazo por su cintura y escondí mi rostro en su cuello, sus dedos tocaron más cabello y empezó a jugar con él.

— ¿Estás despierto papi? — murmuró.

— si mi amor.

Dirigí mi vista a la pantalla y vi a los muñequitos animados. La princesita Sofía.

¿Quién preparo tu biberón? — pregunte en un susurro.

— Cheryl.

— ¿Por qué no me despertaste, mi amor?

— no te deje dormir mucho papi y no quiero que estés gruñón conmigo — Yo sonreí y dejé un dulce beso en su mejilla.

— eres la princesa más linda del mundo.

— ¿Soy tu princesa?

— ajam, mi princesa.

— ¿No hay nadie más? ¿No tienes otra princesa?

Yo fruncí mis cejas y mire sus lindos ojitos.

— obvio no hay nadie más, solo tú mi amor.

— ¿Seguro? — preguntó con su voz quebrada.

— si mi amor, super seguro. Solo te amo a ti.

Bese sus labios y ella sonrió.

— ¿Por qué me preguntas eso? ¿Sucede algo?

— no papi, solo quería saber — ella desvío su mirada y yo suspiré.

Se que no me va a decir y prefiero no insistir, luego se pone mal y ya hemos tenido demasiado con lo de anoche... No me gusta verla así.

Bese su frente y me levanté.

— ¿Tomamos un baño de burbujas? Creo que lo necesitamos, princesa.

— SI — dijo con emoción y alzó sus brazos para que la cargara

Luego de preparar la tina y deshacernos de nuestra ropa, ambos entramos a la bañera. Betty se recostó en mi pecho y cerró sus ojitos.

— te amo demasiado papi, hasta las estrellitas — dijo sacándome una sonrisa.

— yo te amo mucho más, preciosa.

Cerré mis ojos y rodee su cintura con mis brazos para acariciar la piel de su abdomen.

Luego del baño, ambos nos organizamos y bajamos para desayunar. Cuando llegamos al comedor nuestros desayunos ya se encontraban servidos y Betty se puso tan feliz al ver su plato que traía figuritas.

Extraño cocinar con mi princesa...

Me senté en la silla y Betty se sentó en mis piernas.

— ¿No irás a tu silla, mi amor?

— quiero contigo papi, así es más bonito desayunar.

Ella beso mi mejilla haciéndome sonreír y luego ambos empezamos a comer entre risas y algunos besos, solo hasta que Cheryl y Toni aparecieron.

— buenos días — dijeron ambas.

— hola — saludo mi pequeña con una sonrisa.

— ¿Ya estás mejor, Betts? — preguntó Cheryl.

— si, mucho mejor.

Ella se apoyó en mi pecho y dejó un pequeño beso en mi cuello.

Toni prefirió ignorar nuestra conversación y fue hacia la cocina, mientras que Cheryl tenía una expresión muy seria.

— ¿Sucede algo, Cheryl? — pregunté.

— necesito hablar contigo pero a solas — Betty formó un puchero con sus labios — lo siento linda.

— papi y yo nos decidimos todo.

— lo sé pero no siempre puedes estar en las conversaciones de tu papi... Esta será una conversación de adultos.

— ¿Como la de los señores aburridos, papi? — me preguntó a mi y yo asentí — oh... Entonces iré a jugar a mi cuarto — ella dejó un corto beso en mis labios y se levantó de mis piernas — te amo papi.

— yo te amo a ti.

Ella sonrió y luego se fue corriendo por las escaleras, dejándome solo con Cheryl.

— ¿Podemos ir a tu oficina?

— si.

Me levanté y fui hacia ese lugar al que no entro hace mucho tiempo, todo gracias a Betty. Ambos entramos y me senté en el largo sofá con Cheryl a mi lado.

— ¿Y de que quieres hablar?

— ¿Por qué no me dijiste que los problemas con Scarlett continúan? — dijo frunciendo sus cejas.

— no quería meterte, suficiente tengo con qué Betty este involucrada.

— ¿No quieres que te ayude?

— no Cheryl, no quiero ponerte en peligro... Además ya lo estoy solucionando.

— a mi no me parece que lo estés solucionando.

Suspiré y pase mis manos por mi cabello, frustrado. Ella tiene la razón, siempre la tiene.

— y al parecer a Betty le está afectando demasiado.

— lo sé, cada día anda más insegura y no me gusta verla así, no me gusta que este mal.

— la proteges mucho jughead, no te despegas de ella ni un segundo.

— ella necesita atención Cher...

— y tú espacio ¿No crees? ¿No te molesta estar todo el tiempo con ella?

— no, me gusta estar con ella.

Cheryl suspiro y cerró sus ojos por unos segundos.

— volviendo al tema de Scarlett, te voy a ayudar, no sé cómo pero te voy a ayudar — ella tomó mis manos y me regaló una linda sonrisa — haré todo lo que tú me digas y saldremos de esto juntos ¿Si?

— Cheryl, no quiero que te metas en esto...

— y me quedaré acá en tu casa, podré pasar tiempo con Betty y así tú te distraes un poco y estás contigo mismo, te hace falta.

— dios, eres tan terca, nunca aceptas un no.

Ella río y me abrazó.



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