NARRADOR OMNISCIENTE
— ¿Papi? — dijo Betty acabando de despertar — ¿Donde estas?
Al no obtener respuesta ella rompió en llanto asustada al encontrarse sola.
Jughead entró a la habitación y corrió hacia Betty al verla llorar, la abrazó y acarició su cabello mientras se calmaba.
— tranquila princesa, papi está contigo.
— ¿Dónde estabas? No me puedes dejar solita papi — ella se aferró más a la camisa del pelinegro sentada sobre él.
— estaba preparando el desayuno, no creí que fueras a despertar pequeña... Lo siento.
Betty asintió con su cabeza y se recostó en el hombro del pelinegro, Jughead puso un chupete en los labios de la rubia y beso su frente.
— ¿dormiste bien pequeña?
Ella negó con su cabeza y se acomodó en los brazos del pelinegro.
— ¿las pesadillas continúan?
Betty asintió y Jughead suspiro frustrado. Desde lo sucedido aquella noche Betty teme no tener a Jughead cerca, siente que le harán daño o que le harán daño a él. También, la mayoría de las noches Betty tiene pesadillas cosa que no deja dormir a ambos.
Jughead en verdad estaba agotado pero tenía que estar firme para cuidar a Betty, ya que gracias a él todo esto está sucediendo.
Jughead también decidió dejar el trabajo por unas semanas, o mejor dicho hasta que Betty se encuentre mucho mejor o menos asustada.
Betty continúa yendo a la escuela, pero cuando lo hace cuenta los segundos para salir de allí y poder ver de nuevo a Jughead. Ni Dylan ni West estaban enterados sobre lo sucedido ya que eso hace parte de la vida privada de Jughead y ellos no tiene porqué saberlo.
— ¿te parece bien si tomamos un baño?
Ella volvió a asentir y Jughead se levantó con ella en brazos para dirigirse hasta el baño. La dejo en el suelo y tomo el cepillo de dientes de color rosa.
— princesa necesito que suelte el chupete... ¿Por qué nunca lo quieres soltar? — Jughead suspiro ante la situación — si no lo sueltas no tendrás besitos por una semana Betty.
Betty soltó el chupete y Jughead empezó a cepillar sus dientes. Al terminar quitó toda la ropa de la rubia dejándola desnuda haciéndolo suspirar.
Luego del baño y de organizarse, ambos bajaron a la cocina y se sentaron a desayunar.
— princesa, tienes que comer — dijo Jughead tratando de darle la comida, pero Betty solo negaba con su cabeza.
— papi no quiero fruta, sabe feo.
— pero le hice figuras, así como te gusta pequeña.
— ¡pero yo no quiero! — chillo golpeando la mesa.
Jughead se levantó y tomó el plato de comida para guardarlo en el refrigerador.
— si no quieres comer, no tendrás dulces por dos semanas Betty y si te da hambre vienes y comes la fruta.
Jughead salió del lugar dejando totalmente sola a Betty, subió las escaleras para ir a la habitación y recostarse en la cama para descansar un poco.
Betty aún sentada en la silla del comedor empezó a llorar sabiendo que había hecho enojar a Jughead, no le gustaba para nada cuando él se enojaba.
Limpio sus lágrimas y se levantó para ir con Jughead. Se recostó a su lado e hizo que él la rodeará con sus grandes brazos haciéndola sentir protegida.
— papi — susurro acariciando su rostro — ¿Me perdonas?
— duerme princesa.
— pero ¿Si me perdonas papi?
Jughead gruñó — Betty, estoy cansado y necesito dormir.
Él se volteó dejando de abrazar a Betty y prosiguió a dormir. En lugar de Betty ella se levantó de la cama, tomó a Blash y bajó las escaleras para acostarse en el sofá.
— papi no me quiere más Blash — dijo con la voz rota — ahora siempre hago que papi se enoje conmigo y ya no me abraza más... ¿Estoy haciendo algo mal?
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Baby Girl
Teen FictionUna niña de tan solo seis años pasa por un gran accidente automovilístico junto con su familia, donde solo ella sobrevive. Diez años después ella decide escapar de esa casa de tormentas donde vivía y al hacerlo se encuentra una luz de esperanza por...