Baby Girl

Capítulo XXXVII

JUGHEAD

Regrese a casa a las ocho de la noche y no por estar trabajando sino por estar planeando y organizando la forma en la que Betty me pueda perdonar... Se que ella dijo que no sería fácil ganarse de nuevo su perdón pero no pierdo nada con intentar esto.

Al llegar a casa la encontré recostada en el sofá, viendo televisión y comiendo de esas gomitas de gusano que tanto le gustan. En su rostro se veía la evidencia de que había llorado, sus ojitos estaban hinchados y su nariz y mejillas tenían un leve color rojo.

Cuando entré a la casa sentí un poco de dolor al ver que ella no me recibió como suele hacerlo. Salta para que yo pueda cargarla y darle la besos que no pude hacer en el día, pero sentí mucho más dolor cuando me senté en el suelo, al lado suyo y ella ni me miró.

Observé el programa que veía, uno de sus favoritos, ese donde salen los ponis de colores. My little pony. Mis favoritas son Pinkie Pie y Fluttershy. Los de Betty son Rainbow Dash y Rarity...

Cambié mi mirada hacia Betty, mi hermosa princesa,  organice su cabello y deje un pequeño beso en su frente.

— Hola hermosa.

— hola — susurro.

— ¿Te gustaría acompañarme a un lugar?

— no quiero salir, hace frío.

Suspiré, se que esa no es la razón por la que no quiere ir... Ella no quiere estar conmigo, es eso.

— Bett's... Por favor.

— ¿No tienes que trabajar? No quiero que por mi culpa tu trabajo se arruine Jughead.

— oye no digas eso... Tú eres lo más importante para mí.

Ella no dijo nada, solo se quedó mirando al televisor... En ningún momento dejé de mirarla, sus ojitos no brillaban y la tristeza se veía clara en ellos. Todo por mi culpa. Observé cómo mordió la mano de peluche de Blash, su nariz volvió a ponerse roja al igual que sus mejillas.

— princesa...

— quiero que me abraces — me interrumpió — también quiero que me digas cosas lindas y que me des muchos besitos hasta que deje de llorar... Así como lo haces cuando tengo una pesadilla... Quiero que no te vayas de mi lado y que estés siempre conmigo pero me aterra que mi actitud te aburra y siento que eso es lo que está pasando y por eso trabajas tanto, para alejarte de mi... Quiero de nuevo a mí papi.

— prometo que así será pequeña, prometo ser tu papi otra vez.

— ya no confío en tus promesas, siempre las rompes.

— Lo sé, merezco eso...

— Aún estoy muy enojado contigo.

— también lo sé y por eso quiero que me acompañes a un lugar... Solo tú y yo.

Ella asintió y yo sonreí, quise besarla pero ella no me dejó... Traía puesta su pijama de shorts y se que le daría frío pero tampoco quería decirle que fuera a cambiarse porque tal vez le molestaría, así que solo le puse mi chaqueta y luego salimos de la casa para subir a mi auto.

Por esta vez se subió en la parte de adelante y en todo el camino ninguno de los dos dijo nada, solo se escuchaba el sonido del auto...

Al llegar, no quise despertarla, así que solo la tome entre mis brazos con la confianza de que no iba a despertar... Tiene el sueño demasiado pesado.

Al llegar a la cabaña, como pude abrí la puerta, subí las escaleras y la dejé sobre el colchón, puse a Blash a su lado y la arrope con las mantas. Supongo que tendremos que esperar hasta mañana, no quiero despertarla y lo más seguro es que debe de sentirse agotada por haber estado llorando.