Capítulo XL

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JUGHEAD

— papi — escuché su voz y sentí sus pequeñas manos tocando mis mejillas — papi abre tus ojitos, ya es de día — ella se sentó sobre mi abdomen y volvió a poner sus manos en mis mejillas acariciando mi piel — papi, quiero un besito tuyo.

Sonreí y lentamente abrí mis ojos encontrándome con los suyos. Una sonrisa se formó en sus labios y dejó un corto beso en mi nariz y luego en mis labios.

— buenos días papi ¿Dormiste bien?

— si princesa ¿Y tú?

— si. Sentí tus besitos antes de dormir papi.

— que bueno mi amor. Ahora dame un beso ¿Si?

Ella junto mis labios con los suyos y yo de inmediato lleve mis manos a su cintura para pegarla más a mí, bueno si eso era posible.

Luego de separar nuestros labios ella apoyo su cabeza en mi hombro y dejó un pequeño beso en mi cuello. Asi pude dejarla en el colchón y hacerme de lado para poder mirarla.

— ¿Que te parece si vamos a lavar esos dientecitos y bajamos a desayunar?

— ¿Fruta? — dijo frunciendo sus cejas.

— no, haré pancakes y les pondré chocolate con fresas. ¿Quieres?

— si papi.

Nos levantamos y ella alzó sus brazos para que la tomara, y así lo hice. Caminé con ella hacía el baño y la dejé sobre el lavamanos, tome su cepillo azul para ponerle crema de dientes y dárselo. Mientras ella se cepilla yo hice lo mismo.

Luego de eso, bajamos a la cocina y mientras preparaba los pancakes ella me abrazaba desde mi espalda y no me soltaba.

— mi amor.

—¿Si papi?

— ¿por qué no subes a tu habitación y te pones algo menos corto? — dije mientras volteaba uno de los pancakes

— no quiero papi, así estoy bien.

— esa pijama es muy corta y te pueden ver.

— ¿Quien papi? Solo estamos tu y yo, deja de ser paranoico... A demás papi se que a ti te gusta mucho que use estás pijamas y a mi también me gusta.

Suspire y preferí no seguir insistiendo... Ella en parte tenía razón, me gusta verla con esa ropa puesta, deja ver mucho de su cuerpo y...

Jughead no, no tendremos otra erección. Deja de pensar en ella desnuda debajo de tu cuerpo, gimiendo tu nombre...

Sacudí mi cabeza y aparte esos pensamientos calenturientos de mi cabeza... Sentí como ella dejó un pequeño beso en la piel de mi espalda y luego apoyo su cabeza allí.

— papi, tengo hambre.

— ya van a estar los pancakes pequeña... Espera un segundo.

— quiero un besito papi... No, uno no, muchos besitos papi.

Al dejar el último pancake en el sartén, me gire sin que ella me soltara y sonreí al verla con ese lindo brillo en sus ojitos verdes. Puse mis manos en sus mejillas y empecé a dejar besos por todo su rostro haciéndola reír.

— te amo mucho princesita— dije dejando un último beso en sus labios.

— ¡Más papi! ¡Más besitos!

Sonreí — ahora no puedo amor, voy a decorar tus pancakes.

Ella formó un puchero con sus labios y levantó sus brazos para que la levantará. La sostuve con uno de mis brazos mientras ella se apoya en mi hombro y con mi otra mano trataba de decorar los pancakes... Algo muy complicado de hacer con una sola mano.

— papi la carita quedó fea... No me gusta.

— es difícil hacer figuritas con una sola malo princesa.

— perdón papi.

— no te disculpes mi amor, no has hecho nada malo. Trataré de hacerlo mejor ¿Si?

Ella asintió y dejó un beso en mi mejilla... Continúe tratando de decorar los pancakes con las figuritas que ella me pedía y me esforcé lo más que pude aunque no me quedaron tan lindos como lo esperaba pero a ella le gustaron.

Nos sentamos en el sofá para desayunar mientras veíamos algo en la televisión. Ella cantaba las canciones del programa y haciéndome reír... Casi se ahoga por cantar con la boca llena de comida, se puso tan roja y yo me asusté demasiado.

— no volveré a comer pancakes nunca más papi... Casi muero por culpa de ellos.

Solté una pequeña risa y ella formó un puchero con sus labios.

— eso es lo que pasa cuando hablas o cantas con comida en la boca.

— soy muy tonta— dijo en un susurro que alcance a escuchar.

La ayude a levantarse del suelo ya que estaba ahí sentada y la puse sobre mis piernas. Dejé un corto beso en sus labios y al separarme ella escondió de inmediato su rostro en mi cuello donde se le escapó un sollozo.

— tu no eres tonta mi amor, tu eres muy inteligente.

— hago todo mal... No se ni comer papi.

Quiero reírme pero si lo hago se pondrá más mal... Y no me gusta verla llorar. Dejé un beso en su cabeza y acaricie su espalda.

— no digas eso, tu no sabías que te ibas a hogar... Además tú eres muy inteligente, eres la niña más inteligente del mundo.

—¿De verdad?— levantó su cabeza y pude ver su rostro. Sus ojitos cristalizados y su nariz roja junto con sus mejillas.

— si mi amor, eres muy inteligente— bese sus labios y una pequeña sonrisa se formó en sus labios — no vamos a llorar más ¿Si? — ella asintió y volvió a recostarse en mi hombro— te amo princesa.

— yo te amo hasta las estrellitas papi.

Sonreí y bese su frente — vamos a tomar una ducha preciosa.

— ¿juntos?

— si eso quieres, si.


Baby GirlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora